Migrantes van por sueño de King
WASHINGTON. Manifestantes que marcharon en 1963 y jóvenes participaron en el acto de ayer . (Foto: XINHUA )
Video. Obama rinde homenaje a Luther King
WASHINGTON.— Como hace 50 años, la impasible imagen de Abraham Lincoln contempló ayer el peregrinar de miles de ciudadanos arracimándose a su alrededor, llegando desde distintos puntos del país para rendir tributo a Martin Luther King, el apóstol de los derechos civiles en Estados Unidos.
Bajo un cielo encapotado, una mujer de escasa estatura y frágil presencia hizo uso de la palabra ante un atril que le quedaba demasiado alto. Era Dolores Huerta, una de las históricas del movimiento inmigrante: “A ver. Ahora todos en español. Sí se puede. Sí se puede. Sí se puede”. La marea de miles de personas que se mecían bajo la lluvia, respondió en español: “¡Sí se puede!... ¡Sí se puede!”.
De esta manera presentaron el tema que representará la próxima batalla por los derechos civiles que emprendieron personalidades como Martin Luther King o Rosa Parks: el de los más de 11 millones de indocumentados que buscan legalizar su situación en el país.
Poco después, en su mensaje, el presidente Barack Obama, secundó la idea de Huerta: “El avance de la lucha por los derechos civiles no se mide por el número de afroamericanos que han pasado a formar parte de la lista de millonarios en EU, sino por la capacidad de esta nación para admitir a toda esa gente que está dispuesta a trabajar duro, independientemente de su raza, dentro de las filas de la clase media”, aseguró Obama al considerar que las mismas oportunidades deberían ser iguales para el hombre trabajador blanco, que para el inmigrante que lava platos o el empleado afroamericano.
“Porque algunos como Martin Luther King marcharon antes que nosotros, hemos avanzado en este país. Pero aún falta mucho y por eso hay que seguir marchando, cada uno desde su posición y circunstancia...”, dijo el mandatario.
Aunque impresionante, la manifestación de ayer no igualó a la multitud que, hace 50 años, marchó en defensa de mejores salarios y una mayor igualdad social. “Yo estuve hace 50 años aquí. Era una niña. Y mis padres nos trajeron desde Georgia. Hoy he venido con mi hija. Quería que ella también tuviera esta experiencia”, aseguró Loraina Thomas, una mujer entrada en los 60 años.
Bajo la imagen del monumento a Washington, un obelisco enfundado en brackets mientras le reparan las fisuras ocasionadas por un sismo en 2011, un matrimonio interrracial se abraza junto con sus dos hijos mientras escuchan a los oradores: “Hemos querido venir porque este acto representa mucho para nosotros. Porque, cuatro años después de la marcha que encabezó Luther King, el matrimonio entre parejas de distintas razas dejó de ser ilegal en todo EU”, aseguró Norman Taylor, un afroamericano casado con Heidi Newman, una mujer blanca.
“El día que la gente deje de vernos distintos a mi esposa y a mí o a mis hijos, se habrá completado el sueño de igualdad de Luther King”, añadió.