WASHINGTON.— Lejos de amainar, la tormenta de críticas por la implementación de la ley de salud mantiene en un apurado modo de control de daños a la Casa Blanca, frente a las exigencias para que renuncie la Secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, quien comparecerá la próxima semana ante la Cámara de Representantes para ser sometida a un virtual pelotón de fusilamiento republicano.

Como parte de esta estrategia para desarmar la andanada de críticas de los republicanos, la Casa Blanca sorprendió ayer al reconocer por primera vez que “no se esperaba el alcance de los problemas que han salido a relucir” tras la puesta en funcionamiento de la página de internet HealthCare.gov.

“Aunque sabíamos que iba a haber algunos problemas técnicos y, de hecho, el presidente dijo públicamente que podría haberlos, desconocíamos su escala hasta que se manifestaron tras el lanzamiento”, dijo Jay Carney, vocero de la Casa Blanca.

En un intento por corregir estos problemas en la página de internet, la Casa Blanca mantuvo ayer un encuentro al más alto nivel con los ejecutivos de las principales compañías aseguradoras. Con la asistencia de los representantes de compañías como Aetna, Humana, Kaiser Permanente o Blue Cross, funcionarios de la administración Obama exploraron la mejor fórmula para terminar con los problemas de registro e inscripción antes de que venza el plazo previsto para el mes de diciembre.

El problemático inicio de la fase de implementación a través de internet, que busca expandir la cobertura y abaratar los costos en todo el país, se ha convertido en munición de los republicanos que intentan reponerse de la última batalla contra el presidente por el cierre de gobierno y para evitar la suspensión de pagos.

“Esta implementación del Obamacare es un completo fracaso. Sebelius debería renunciar”, aseguró la congresista, Lynn Jenkins, vicepresidenta de la conferencia republicana en la Cámara Baja.

El senador republicano Alexander Lamar adelantó que presentará una iniciativa para obligar al gobierno a informar semanalmente sobre el avance de las inscripciones que darán la medida del éxito o fracaso de la ley de salud. Más agresivo, el senador republicano por Florida, Marco Rubio, ha sugerido posponer el mandato que obliga a todos los ciudadanos a tener un seguro médico a partir de enero de 2014, hasta que no se resuelvan todos los problemas.

La propuesta de Rubio establece que el sistema de inscripción a través de internet deberá funcionar sin problemas durante, al menos, seis meses antes de establecer su carácter obligatorio.

En medio de este difícil lanzamiento de la página para ampliar la cobertura de los seguros médicos, el presidente se ha visto obligado a pedir auxilio a los expertos de Silicon Valley para evitar el naufragio que, desde hace más de 4 años, han buscado los republicanos de la mano de poderosos intereses corporativos. Además, no ha tenido más remedio que nombrar a un responsable de gestión de una página que tendrá que pasar por un minucioso proceso de revisión.