RÍO DE JANEIRO.— Tras su agitada primera jornada en esta ciudad, el papa Francisco descansó ayer en la residencia episcopal Nuestra Señora de la Asunción, donde repasó los discursos de los próximos días y almorzó con obispos y cardenales.

Aun así, el Papa envió dos mensajes vía Twitter, uno para agradecer la bienvenida y otro para exaltar a los jóvenes que ayer inauguraron las XXVIII Jornada Mundial de la Juventud en las Playas de Copacabana, bajo la lluvia y el frío. “Gracias, gracias, gracias, a ustedes todos y a todas las autoridades por la inmensa acogida en tierras cariocas”, escribió el sumo Pontífice en la mañana. Luego, en la tarde volvió a dejar una reflexión en la red. “La Iglesia es joven y en la JMJ eso se ve muy bien, que el señor siempre nos mantenga jóvenes del corazón”.

El desorden en la seguridad del Papa, que lo llevó el lunes a quedar expuesto ante la multitud cuando la comitiva quedó atrapada en el tránsito fue motivo de polémica ayer y de fuertes críticas a las autoridades. Diogenes Dantas, experto en Aplicaciones y Planeamiento de Seguridad en grandes eventos, dijo que “el dispositivo fue un error, no se había previsto una salida alternativa y el Papa fue vulnerable”.

Hasta la prensa jugó con ese momento, al titular “Papainmóvil”, aludiendo al auto que lo trajo desde el aeropuerto hasta la catedral.

Hoy, el Papa viajará a Aparecida, donde hará un recorrido en el papamóvil y luego oficiará misa ante más de 200 mil fieles. En la tarde regresará a Río para inaugurar un hospital de pacientes con dependencias químicas en la zona norte, lo que marcará la tercera jornada del Papa en tierras cariocas.