Israelíes ven en vacilación de Obama una señal de debilidad
PREVENCIÓN. Una israeli-árabe y su hija recogen máscaras antigás en Haifa. (Foto: JIM HOLLANDEREFE )
JERUSALÉN.— El pasado domingo, poco antes de comenzar la sesión semanal del gabinete en Jerusalén, un periodista israelí preguntó al ministro de Turismo, Uzi Landau, si confía en el jefe del Ejecutivo de Estados Unidos Barack Obama.
De fondo se hallaba el dramático discurso pronunciado por Obama sobre su decisión de pedir la autorización del Congreso para un operativo militar contra Siria.
Landau, elegantemente, esquivó mencionar al presidente estadounidense, pero sus palabras fueron más que elocuentes: “Yo confío en la fuerza de Israel y en nuestro Padre que está en los cielos”.
El primer ministro Benjamin Netanyahu abrió la sesión semanal del gabinete sin mencionarlo —al menos no ante los micrófonos— optando por reiterar lo ya dicho días atrás repetidamente: “Israel está listo para lidiar con cualquier escenario”.
Pero la supeditación del ataque a Siria a un permiso del Congreso, fue presentada generalmente en términos negativos en la opinión pública israelí. Si bien en Israel tenían claro de antemano que lo que iba a lanzar Estados Unidos iba a ser un ataque puntual, corto y no destinado a derribar al régimen de Bashar al-Assad, el ver a Obama dudar, hizo pensar a muchos israelíes que en caso de urgencia inminente, no se podrá contar con él. El pensamiento que inevitablemente pasó a muchos por la cabeza fue “si en Siria actúa así… ¿qué va a pasar con un Irán que busca poderío nuclear?”.
Especialmente elocuente fue el titular que dio a su análisis, el experto en asuntos árabes Avi Issacharoff del portal israelí en inglés The Times of Israel: “Obama muestra a Netanyahu que Israel está verdaderamente solo”. Issacharoff asegura que “en Siria, Irán y Líbano, la decisión del presidente de pedir aprobación del Congreso para un golpe militar, es considerada como prueba de debilidad”.
También el analista israelí nacido en Irán, Meir Javedanfar, está convencido de que Teherán ve en la actitud de Obama una señal de debilidad y afirma que ahora, en el marco del esfuerzo para convencer al Congreso, la administración deberá esforzarse para destacar en detalle qué atrocidades comete Al-Assad contra su pueblo. De fondo, siempre se vuelve a la preocupación por el tema de Irán. “Desde el punto de vista de Israel, es difícil ignorar las lecciones”, escribe el diario Yediot: “La impotencia internacional también es significativa para quienes buscan un compromiso en relación al tema iraní”.