EL CAIRO (Agencias).— El gobierno interino de Egipto designó ayer de manera formal a los Hermanos Musulmanes como una “organización terrorista”, lo que permitirá a las autoridades adoptar medidas más enérgicas contra los miembros de ese grupo islamista.

El movimiento, anunciado por el viceprimer ministro Hossam Issa, llegó un día después de que el gobierno, respaldado por el ejército, atribuyera a los Hermanos Musulmanes la responsabilidad del ataque contra una estación policial que dejó 14 muertos y más de 150 heridos.

La decisión contra la organización fue adoptada después de una larga reunión del gabinete, pese a que el grupo armado Ansar Beit al-Makdis, activo en la península del Sinaí, reivindicó el atentado registrado en Mansoura, el pasado lunes.

“La ley se aplicará a toda persona que se una a las actividades” de los hermanos musulmanes, dijo Issa. Bajo el código penal egipcio, los miembros de la Hermandad ahora podrían enfrentar una sentencia de hasta cinco años de prisión, sólo por su pertenencia al grupo.

El gobierno interino prohibió además a cientos de organizaciones afiliarse con el grupo y anunció penas legales para cualquiera que se involucre con las actividades de la Hermandad Musulmana.

“Egipto sufrió un horrible crimen cometido por los Hermanos Musulmanes” , argumentó Issa y apuntó que el ataque fue “una clara declaración de que no conoce otra cosa que la violencia desde sus inicios”.

La organización fue prohibida durante los gobiernos de Hosni Mubarak. A pesar de haber estado ilegalizada durante años, los hermanos musulmanes consiguieron crear una estructura jerárquica y ganar influencia en la sociedad.

Sus miembros concurrieron a las elecciones parlamentarias como independientes y formaron el partido Libertad y Justicia después de que Mubarak fuera obligado a dimitir. El partido se hizo con el mayor número de escaños en las elecciones parlamentarias de 2011.

La Hermandad Musulmana gobernó Egipto de junio de 2012 hasta el 3 de julio pasado, cuando el Ejército, tras una serie de protestas masivas contra el estilo de gobernar del presidente, destituyó a Mursi, quien procede de las filas de la organización.

El juicio contra el ex presidente por incitación al asesinato de manifestantes fue aplazado hasta el 8 de enero.