EL CAIRO (Agencias).— Egipto comenzó a investigar acusaciones de espionaje, incitación al asesinato de manifestantes y otros cargos contra el derrocado presidente Mohamed Mursi e importantes miembros de los Hermanos Musulmanes, informó ayer la oficina del fiscal general.

Previamente, cientos de miles de seguidores de Mursi se manifestaron en El Cairo por el regreso al poder del islamista, aunque no hubo disturbios.

Las acusaciones incluyen la de colaborar con cuerpos extranjeros para dañar los intereses nacionales del país, incitar a la muerte de manifestantes pacíficos, atacar puestos militares y dañar la economía, indica la declaración difundida por medios estatales.

El ejército derrocó a Mursi —el primer presidente democráticamente elegido del país— después de que millones de egipcios tomaran las calles demandando su renuncia y elecciones presidenciales anticipadas. El ex mandatario es retenido por los militares en un lugar desconocido.

Miles de seguidores de Mursi han salido a las calles en El Cairo en demanda de que sea reinstaurado en el poder.

Ayer se repitieron las protestas en el suburbio cairota de Nasr City. Los manifestantes dijeron estar dispuestos a mantenerse firmes hasta que el presidente pueda regresar al poder. En Túnez, origen de los levantamientos de la Primavera Árabe, también hubo marchas de solidaridad con Mursi. La protesta aquí fue convocada por el gobernante partido islamista Ennahda, que considera antidemocrático el golpe contra Mursi.

“Abajo el poder militar!”, “¡No a la fuerza de las armas, sí a las urnas!” y “El pueblo quiere a Mursi de vuelta!”, fueron algunas de las frases que corearon los manifestantes tunecinos, mientras agitaban banderas de Túnez y Egipto.

Otras manifestaciones se registraron en Kfar Kana, en Galilea, donde miles de árabes israelíes exigieron la devolución del poder a Mursi, a quien llamaron “presidente legítimo”.

Ayer mismo, Essam al Arian, un importante miembro de los Hermanos Musulmanes, afirmó en su página de Facebook que la organización no reconoce a las nuevas autoridades de transición, el presidente Adli Mansur y el jefe de gobierno Hasem al-Beblawi.

Estados Unidos y Alemania han pedido la liberación de Mursi. Pero cuestionada sobre la postura de su país en caso de que Mursi salga libre, la portavoz de Exteriores de EU, Jen Psaki, dijo que “corresponde al pueblo egipcio” decidir.