PARÍS (Notimex).— El gobierno francés pidió ayer de nueva cuenta explicaciones a las autoridades estadounidenses respecto a su amplio programa de espionaje en Francia, una práctica “inaceptable” que, dijo, “debe cesar entre socios”.

Ayer mismo, el diario francés Le Monde reveló que los servicios secretos estadounidenses no sólo interceptaron decenas de millones de comunicaciones emitidas en Francia, como se dio a conocer el lunes, sino que espiaron las embajadas francesas en Washington y Nueva York. El periódico citó documentos de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) en los que se detallan los métodos y los dispositivos electrónicos para vigilar las legaciones diplomáticas francesas.

Uno de ellos, fechado el 10 de septiembre de 2010 y calificado de secreto por la NSA, incluye códigos y acrónimos para ayudar a sus agentes, y pone en evidencia el funcionamiento del programa GENIE sobre la implantación a distancia de dispositivos de escucha en los ordenadores.

En esa nota se menciona la vigilancia de la embajada francesa en Washington, identificada con el código de “Wabash”, y la representación francesa ante la ONU en Nueva York, con el de “Blackfoot” .

En un comunicado, el canciller galo condenó ayer las prácticas de espionaje de la NSA, aunque sin entrar en una “escalada” con Washington. El jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, reiteró el descontento de París a su homólogo estadunidense John Kerry, durante el encuentro que sostuvieron en Quai d’Orsay, sede de la cancillería.

Estas prácticas de espionaje son “inaceptables y deben cesar entre socios”, indicó la cancillería francesa después de la reunión, en la cual Kerry reiteró a este “viejo aliado” de EU que su país está revisando su manera de reunir información de inteligencia.

Según el secretario estadounidense de Estado, el objetivo de Washington es tratar de encontrar un equilibrio entre la protección de la privacidad y la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en todo el mundo.

El presidente francés, Francois Hollande, utilizó un lenguaje duro la noche del lunes para expresar su “profundo desacuerdo” contra las “prácticas inaceptables” de su aliado, en una conversación telefónica con su homólogo de EU, Barack Obama.

Pero más allá de las expresiones de indignación, Francia no tiene la intención de iniciar una “escalada” con su poderoso aliado, señaló por separado el tabloide Le Parisien, al citar a la portavoz del gobierno Najat Belkacem-Vallaud.

Le Monde destacó ayer en un editorial que las revelaciones que ha difundido fueron objeto de una selección cuidadosa y responsable.