Escándalos de espionaje acosan a Barack Obama
MENSAJE. El presidente Barack Obama habla a las tropas de la Marina el miércoles pasado en Camp Pendleton, California. El mandatario está bajo presión por los casos de espionaje a los estadounidenses. (Foto: MICHAEL NELSONEFE )
WASHINGTON.— Un día después de que el presidente estadounidense Barack Obama insistiera con rotundidad que su gobierno no mantiene un programa de espionaje doméstico, el diario The New York Times lo desmintió en primera plana, con la publicación de un reporte exclusivo en el que demuestra que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) ha estado espiando a los ciudadanos estadounidenses con posibles vínculos o comunicaciones con extranjeros sujetos a vigilancia por sus servicios de inteligencia.
“La NSA no sólo está interceptando las comunicaciones de estadounidenses que tengan contacto directo con extranjeros vigilados en el exterior... También está espiando a una red más amplia de personas que citen información vinculada a esos extranjeros”, aseguró ayer el rotativo.
La información se suma a la larga relación de mentiras o verdades a medias de las que el gobierno estadounidense ha echado mano en una inútil campaña para tratar de desmentir la existencia de un programa masivo de espionaje doméstico e internacional.
“No tenemos ningún programa de espionaje doméstico”, insistió Obama a Jay Leno, conductor de uno de los programas de mayor audiencia en EU. Hoy mismo dará una conferencia de prensa donde podría abordar este tema y el de la tensión en las relaciones con Rusia por haber asilado a Snowden.
El problema de Obama es que, a cada desmentido del gobierno, medios como el británico The Guardian, The Washington Post y ahora el Times han respondido con una serie de informes —filtrados en su mayor parte por el ex analista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Edward Snowden—, que lo han sumido en el descrédito ante unos ciudadanos que hoy le dan la espalda en las encuestas de opinión.
Según el sondeo realizado esta semana por la cadena Fox, Obama se mantiene con 42% de aceptación, uno de los índices más bajos durante su presidencia.
Los nulos avances en la recuperación de la economía y el escándalo de espionaje masivo persiguen al mandatario, quien se empeña en negar lo que, a estas alturas, todo el mundo sabe: que el gobierno espía a los ciudadanos a través del teléfono, del correo electrónico y las conexiones realizadas a través de las redes sociales como Facebook, AOL, Skype, Apple, Yahoo o Twitter.
Por si fuera poco, a Obama le persigue su propio pasado. Organizaciones como ProPublica, que se dedican al “Factchecking” o a contrastar las posiciones del presidente sobre distintos asuntos —en este caso en el del espionaje masivo—, difundieron en las últimas horas un largo rosario de pronunciamientos de Obama cuando era senador por Illinois.
Por ejemplo, en 2007, el senador Obama copatrocinó una iniciativa de ley junto con su par Russ Feingold para limitar considerablemente la recolección indiscriminada de información o metadata a través de las compañías telefónicas. En febrero de 2008, Obama impulsó una enmienda de ley que habría limitado significativamente la capacidad de las agencias de inteligencia de recolectar información de ciudadanos en EU.
Además, se sumó a una campaña para que las cortes secretas de la ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISA) se vieran obligadas a desclasificar sus opiniones respecto a autorizar el espionaje masivo de sospechosos en EU.
En este marco, la NSA anunció anoche que pretende eliminar al 90% de sus administradores de sistemas para así reducir el número de personas con acceso a información secreta.
Keith Alexander, director de la agencia, dijo en una conferencia de ciberseguridad en Nueva York que la automatización de buena parte del trabajo mejorará los procedimientos. (Con información de agencias)