Egipto: protestas dejan más de 50 muertos

VIOLENCIA. Un policía antimotines, sobre un tanque blindado, dispara balas de goma contra miembros de los Hermanos Musulmanes y simpatizantes de Mursi . (Foto: ABDALLAH DALSH REUTERSL )
EL CAIRO (Agencias).— Al menos 51 personas murieron y unas 240 resultaron heridas ayer en Egipto, en enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y simpatizantes del derrocado presidente islamista Mohamed Mursi, informó el Ministerio de Salud.
En las protestas, registradas en varias ciudades del país, hubo enfrentamientos entre seguidores de los Hermanos Musulmanes y sus opositores. Tanto los grupos islamistas como los que apoyan al Ejército se congregaron en el marco de las celebraciones del 6 de octubre, fiesta nacional en la que se recuerda el ataque del Ejército egipcio a las tropas israelíes en 1973.
En El Cairo, las fuerzas de seguridad reprimieron a los seguidores de los Hermanos Musulmanes; el Ministerio de Salud reportó por lo menos 51 muertos en la capital y varias provincias al sur de El Cairo.
A su vez, el Ministerio del Interior, que se encuentra a cargo de la policía, reportó que 423 partidarios de Mursi fueron detenidos en diversas partes del país.
Ayer por la mañana, soldados colocaron barricadas y alambre de púas en los accesos a la plaza Tahrir, además de vehículos blindados. Los Hermanos Musulmanes querían llevar a cabo en la plaza una concentración de millones de seguidores. En cambio, se congregaron miles de partidarios del Ejército.
El gobierno respaldado por militares trató de usar la conmemoración del 40 aniversario de la guerra de 1973, conocida como Yom Kippur, para rendir un tributo al ejército, cuya cúpula derrocó a Mursi el 3 de julio.
Los efectivos de seguridad lograron impedir dos intentos de los seguidores de Mursi de ingresar por la fuerza a la plaza. Luego, los islamistas y las fuerzas de seguridad se enfrentaron en las calles por horas en varios puntos de El Cairo, que terminaron como zonas de combate con humo y el ruido de disparos en medio del aire lleno de gas lacrimógeno.
Los Hermanos Musulmanes responsabilizaron al jefe del Ejército, Abdel Fattah al-Sisi, y al ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, por las muertes e instaron a una investigación internacional.
En contraste con estas imágenes de violencia, miles de partidarios del Ejército se concentraron en la plaza Tahrir —donde miles de simpatizantes del ejército ondearon banderas egipcias, hicieron sonar silbatos y desplegaron carteles con la imagen de Al-Sisi— y en los alrededores de palacio presidencial de Itihadiya en un ambiente festivo.
Fuegos artificiales y haces de luces inundaron estas zonas, que fueron sobrevoladas con helicópteros militares con la bandera de Egipto.
Al caer la noche, el estadio de la Defensa Aérea en El Cairo fue escenario de las celebraciones oficiales con motivo del aniversario de la guerra de 1973, donde no faltó la música y el teatro.
El desafío de los islamistas a las estrictas medidas de seguridad acabó en un baño de sangre. Miles de los seguidores de Mursi se organizaron en pequeñas marchas para demostrar que seguían teniendo peso en las calles. Su objetivo era llegar a la plaza de Tahrir, pero fueron dispersados por las fuerzas de seguridad con gases lacrimógenos, pelotas de goma y fuego real en los barrios de Dokki y Mohandisin, y en zonas del centro de la capital como la plaza Ramsés.





