BRASILIA (Agencias).— La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció ayer en Twitter que los correos electrónicos del gobierno tendrán un sistema de protección, en una medida adoptada después de las recientes denuncias del espionaje de Estados a la propia mandataria, ministerios y empresas de energía.

“Determiné que el Serpro (Servicio Federal de Procesamiento de Datos) implantase un sistema seguro de e-mails en todo el gobierno federal”, señaló Dilma Rousseff.

La presidenta agregó que “es la primera medida para ampliar la privacidad y la inviolabilidad de mensajes oficiales” y justificó que “es necesario más seguridad en los mensajes para prevenir el posible espionaje”.

El gobierno, según el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo, estudia implementar un servicio público y gratuito de correo electrónico a través de los Correos Nacionales y que será también codificado para su seguridad.

El pasado 7 de octubre, Brasil endureció el tono al exigir a EU y a sus aliados que cesen sus operaciones de espionaje al país suramericano, que, en opinión de la presidenta, tienen “motivos económicos” y se han centrado en sectores estratégicos como el minero y petrolero.

Las principales quejas del Ejecutivo se dirigieron hacia Canadá, por su supuesto espionaje al Ministerio brasileño de Minas y Energía, lo que fue revelado por la televisión Globo basándose en documentos divulgados por el ex analista de la CIA Edward Snowden.

Canadá es uno de los mayores inversores en minería en Brasil, donde se han implantado 55 compañías de ese país dedicadas a la explotación, 45 de equipamientos y 20 de servicios relacionados con el sector, según datos oficiales del país norteamericano.

Quiere una moto

Ayer el Folha de Sao Paulo dijo que tras pasear junto al secretario ejecutivo del Ministerio de Seguridad Social, Carlos Gabas, por Brasilia creyendo haberlo hecho a escondidas de sus propios guardaespaldas, a bordo de una Harley Davidson, la presidenta Dilma Rousseff afirmó: “Quiero aprender a manejar”.

El 4 de agosto, la presidenta paseó por la calles de la capital brasileña escuchando a través de parlantes instalados en el casco a AC/DC, Black Sabbath, U2 y Coldplay y seguida “de incógnito” por sus guardaespaldas, que al descubrir sus intenciones de huir resolvieron seguirla de cerca pero sin que se diera cuenta, para que disfrutara “la sensación de libertad”, contó días después del episodio el jefe de la Seguridad Presidencial, general Marcos Antonio Amaro dos Santo.

Indagada sobre si tiene experiencia en manejar motos, la presidenta dijo: “No, pero anduve mucho en bicicleta, tengo buen equilibrio”.