GINEBRA (Agencias).— Activistas sirios y otros ciudadanos han desaparecido como parte de una “extensa campaña de terror contra la población civil” por parte del gobierno de Damasco, dijeron ayer investigadores de Naciones Unidas (ONU), que advirtió que ello constituye “un crimen contra la humanidad”.

La Comisión de Investigación sobre Siria de la ONU, liderada por el brasileño Paulo Pinheiro, describió en un nuevo informe la situación desgarradora que viven miles de familias en Siria por no saber el destino de sus seres queridos, principalmente hombres jóvenes considerados de la oposición.

El informe, basado en entrevistas a víctimas sobrevivientes o familiares de personas que han desaparecido “sin dejar huella”, denuncia que “las fuerzas gubernamentales han participado en la desaparición forzada en violación de sus obligaciones jurídicas internacionales”.

Algunos grupos armados en el norte de Siria, especialmente el Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL, por sus siglas en inglés), también han comenzado a secuestrar personas a las que mantienen incomunicadas, negando su captura. Según la ONU, eso equivale al delito de desaparición forzosa.

En un informe separado, Amnistía Internacional denunció “una espantosa lista de abusos” cometidos por el ISIL en cárceles secretas en el norte del país, incluyendo tortura, azotes y ejecuciones tras juicios sumarios.

Sin embargo, la mayor parte de los testigos identificaron a agentes de la inteligencia siria, soldados y milicias leales al presidente Bashar al-Assad como los autores de las detenciones de las personas desaparecidas.

Ayer mismo, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dijo que 5.5 millones de niños se han visto afectados por la guerra civil en Siria, por lo que llamó a hacer donaciones.