SAN JOSÉ.— La presidenta costarricense, Laura Chinchilla, viajó ayer a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU, a fin de exponer la crisis que vive la región. El eje central de su agenda será denunciar las “agresiones” de Nicaragua a la soberanía costarricense.

Centroamérica es un hervidero de pugnas territoriales, que se harán presentes en la Asamblea de Naciones Unidas. Nicaragua, El Salvador y Honduras mantienen un pleito en el golfo de Fonseca sobre la diminuta isla de Conejo, en el litoral Pacífico. Costa Rica y Nicaragua se pelean isla Portillos, pequeño sector del extremo oriental de su frontera común, en el litoral Atlántico, y tienen nuevas pugnas por sus límites marítimos.

Las dos naciones dirimen en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya una demanda que San José presentó en 2010 acerca de que tropas nicaragüenses invadieron y ocuparon Portillos, que Managua reclama como propia. Nicaragua ha sugerido que acudiría a la CIJ a reclamar Guanacaste, zona norteña que en 1824 se anexó a Costa Rica.

Aunado a lo anterior, Nicaragua disputa a Colombia una vasta extensión en el Caribe —lo que incomoda a Costa Rica, Panamá y Jamaica—y Guatemala reclama más de 12 mil kilómetros cuadrados de Belice.

La situación más caliente enfrenta a Managua con Bogotá, que se alió a San José y Panamá porque prevén que una modificación de mapas alterará sus intereses económicos en el Caribe. Por ello, denunciarán ante el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki—moon, en Nueva York, lo que califican como “afanes expansionistas” de Nicaragua.

En otros temas, el presidente guatemalteco Otto Pérez intervendrá el jueves en la Asamblea con un mensaje enfocado en su propuesta de “nuevas rutas contra las drogas” , informó la presidencia de Guatemala.

También se espera que el mandatario dé a conocer los avances registrados en la lucha contra el hambre y la desnutrición crónica que afecta a la mitad de los niños de su país. (Con información de agencias)