Chocan manifestantes y policías
VIOLENCIA. La policía detiene a un joven simpatizante de Mursi, durante disturbios en la capital egipcia. (Foto: MOHAMED ABD EL GHANY REUTERS )
EL CAIRO (Agencias).— Un miembro de los Hermanos Musulmanes murió baleado y al menos 11 personas resultaron heridas el martes en Egipto, dijeron fuentes de seguridad, mientras el grupo islamista acusó a policías vestidos de civil de disparar durante una manifestación.
Este hecho podría endurecer la disputa entre Hermanos Musulmanes, que está exigiendo la reposición del depuesto presidente islamista Mohamed Mursi, y el gobierno respaldado por las Fuerzas Armadas.
Miles de seguidores de Mursi marcharon hacia el Ministerio del Interior ayer temprano y fueron confrontados por residentes que les arrojaron piedras y botellas y los calificaron de “terroristas”.
La policía disparó gases lacrimógenos para dispersar a los islamistas frente a la sede del Ministerio del Auqaf (de Asuntos Religiosos), donde estalló la tensión entre los seguidores de Mursi y grupos de jóvenes y vecinos del barrio.
Los jóvenes lanzaron botellas de vidrio contra los manifestantes, todos ellos imanes de mezquitas, y las fuerzas de seguridad dispararon gases.
Los islamistas se concentraron posteriormente en la vecina plaza de Mohamed Naguib, adonde acudieron más manifestantes pro Mursi que habían marchado a los ministerios de Interior, Justicia y Electricidad. El clérigo Abdel Sameh Ahmed, imán de una mezquita en Port Said, dijo que habían acudido desde distintos puntos del país para protestar ante los responsables ministeriales por el golpe militar que derrocó a Mursi el 3 de julio.
También se registraron disturbios en la plaza Al Falaki, cercana al Ministerio del Interior, y en el metro de El Cairo, después de que partidarios de Mursi hicieran pintadas contra el jefe del Ejército, Abdel Fatah al-Sisi.
Los islamistas mantuvieron además, sus multitudinarias concentraciones de las plazas cairotas de Rabea al Adauiya y Al Nahda, donde reina la tranquilidad pese a las amenazas de las autoridades de desalojar en breve las acampadas.
Los accesos están bloqueados con decenas de muros y son custodiados por manifestantes armados con palos, para proteger las plazas de una eventual operación policial.
En Rabea al Adauiya, el manifestante Mahmud al Qasef, que vino con su familia desde el norte de la península del Sinaí, negó fe que en esa zona haya terroristas y agregó que eso es “una invención del ejército”.