WASHINGTON.— En medio de una guerra abierta con el Partido Republicano, el presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió ayer de los catastróficos efectos de un desacuerdo que impida aumentar antes del 17 de octubre el techo de la deuda para que Estados Unidos cumpla con sus obligaciones.

“Si no lo hacemos, sería la primera vez en 225 años que fallamos. Será caótico, catastrófico y con los efectos de una bomba nuclear”, enfatizó.

En una rueda de prensa, el presidente utilizó las palabras del inversor Warren Buffett y comparó no aumentar el techo de endeudamiento con “una bomba nuclear, un arma demasiado horrible para ser usada”.

Por enésima ocasión desde que el Partido Republicano se atrincheró en una serie de iniciativas para vincular el presupuesto nacional al recorte financiero de la ley de salud, Obama insistió que no se dejará “extorsionar” por los extremistas republicanos.

“He vuelto a hablar esta mañana (martes) con el líder de la mayoría republicana, John Boehner, para decirle que yo siempre estaré dispuesto a conversar de cualquier asunto, pero sin la amenaza de un cierre de gobierno o del caos económico que traerá consigo un fracaso para elevar el techo de la deuda”, aseguró el presidente durante una aparición televisiva que se ha convertido en una estrategia recurrente para ganarle el pulso a los republicanos ante la opinión pública.

Por el momento, esta estrategia le ha rendido frutos a Obama ante unos sondeos que responsabilizan en una relación de 3 a 1 a los republicanos por el cierre de gobierno que ha mandado a sus casas a más de 800 mil funcionarios y por la amenaza de una negociación de la deuda que, en caso de fracasar, arrastraría de nueva cuenta a una recesión de la que intenta escapar desde 2008.

“No podemos sentarnos a negociar cuando los republicanos aplican una estrategia de cerrar el gobierno y apostar por el caos económico, si no consiguen lo que quieren”, insistió Obama, quien aseguró que no cederá un milímetro en su defensa de la ley de salud que esta misma semana entró en una fase crítica de implementación para extender y ampliar la cobertura médica a más de 30 millones de personas que carecen de ella.

“Le pido a Boehner someter a votación una iniciativa presupuestaria limpia. Estoy convencido de que en la Cámara de Representantes hay los votos necesarios para aprobarla y pasarla al Senado”, insistió.

Sin embargo, Boehner respondió que “la posición del presidente de no sentarse a conversar con nosotros para salir de esta situación no es razonable”. Boehner, un político que hoy se encuentra amenazado por la presión de la extrema derecha que se ha hecho con las riendas del partido y con un creciente sector de moderados que han comenzado a conversar con sus colegas demócratas para ver la mejor manera de evitar la cita con una catástrofe el próximo 17 de octubre, defendió la legitimidad de condicionar el aumento del techo de endeudamiento del país a una negociación sobre la reducción del gasto público, diciendo que hay decenas de precedentes de este tipode negociaciones.

Por su parte, el líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, confirmó que ayer mismo introdujo un proyecto “sin condiciones” para elevar el límite de deuda de EU. Reid sostuvo que el proyecto no tendrá demandas políticas de ninguno de los partidos vinculadas a él.

“No habrá compromisos”, señaló en alusión a la necesidad de alcanzar un punto de acuerdo en el tema de la deuda, de la que depende la recuperación de la economía.

“Los demócratas y los republicanos podemos tener nuestras diferencias, pero no podemos jugar con la buena fe (de las instituciones de crédito internacionales) y tomar de rehén la capacidad crediticia de Estados Unidos”, dijo Reid al insistir en la necesidad de alcanzar un acuerdo para elevar el techo de la deuda antes de que se venza el plazo, en poco más de una semana.