Abolirá campos de trabajo forzado
BEIJING (Agencias).— China abolirá su sistema de campos de trabajo forzado, dijo ayer el gobierno, en lo que es una importante victoria para el presidente Xi Jinping y una respuesta al descontento público con una práctica criticada por obsoleta e insalubre por abusos a los derechos humanos.
El Partido Comunista dio a conocer el plan de reformas económicas y sociales más audaz en casi tres décadas, que también considera abrir más sus mercados para fortalecer las bases de la segunda mayor economía del mundo.
Los planes proyectan también ampliar la entrada de capital privado en su sector bancario y construirá un sistema de seguridad social “más imparcial y sostenible” que aumente “gradualmente” la edad de jubilación. El Partido asegura que permitirá la creación de bancos “pequeños y medianos” de “capital privado cualificado”, si bien no especifica si esto incluye también capital extranjero.
El anuncio de la abolición de los campos de trabajo forzado, un sistema creado en 1957 y conocido como “reeducación a través del trabajo” es una reacción tanto al creciente descontento en la población sobre las injusticias en estos campos como una forma de acallar las críticas internacionales. China estaba obligada a desmantelar estos centros si quiere ratificar el acuerdo firmado con la ONU sobre derechos civiles que data de 1976. Activistas o críticos del régimen comunista pueden pasar hasta cuatro años en un campo de trabajo sin un proceso judicial previo y sin consultar a un abogado.
“Las reformas no tienen precedentes”, comentó Xu Hongcai, economista del Centro Chino para Intercambios Económicos Internacionales. El documento, divulgado por el Partido Comunista tras cuatro días de cónclave de sus principales líderes, prometió reformas a los registros de tierras y de residencia que se necesitan para aumentar la población urbana china y permitir una transición a una economía impulsada por el consumo y los servicios. Los precios de combustibles, electricidad y otros recursos clave serán decididos principalmente por los mercados. Beijing prometió acelerar la apertura de su cuenta de capital y una mayor liberalización financiera.