Al menos siete personas murieron hoy, entre ellas un matrimonio y sus tres hijos, y ocho resultaron heridas en diferentes ataques en Irak, donde además un juez sobrevivió a un intento de asesinato.

Fuentes policiales informaron que desconocidos colocaron varios artefactos explosivos alrededor de la casa de un funcionario de Sanidad en la ciudad de Al Saadeya, en la provincia oriental de Diyala.

Los explosivos fueron detonados a distancia, lo que causó la destrucción de la vivienda y la muerte del funcionario, su mujer y sus tres hijos.

También en Diyala, un grupo de hombres armados asesinó a un miembro de la milicia suní progubernamental Consejos de Salvación, que combate a la red terrorista Al Qaeda cerca del pueblo de Al Muradiya.

Un civil murió y siete sufrieron heridas al estallar una bomba lapa que había sido colocada en el microbús en el que viajaban, en la zona de Al Wasiriya, en el norte de Bagdad.

Entretanto, en la ciudad de Yazreb, 80 kilómetros al norte de Bagdad, un funcionario del Ministerio de Justicia resultó herido por una explosión, mientras un magistrado sobrevivió al estallido de un artefacto colocado en su vehículo.

Irak sufre un repunte de la violencia sectaria y de los atentados terroristas, que causaron durante el mes de noviembre la muerte de 948 personas, la mayoría de ellas civiles, según cifras del gobierno iraquí.

jlc