10 laberintos para esconderse
La superficie de este laberinto es de 1.2 hectáreas. (Foto: Plantación Dole )
Durante la Edad Media y el Renacimiento fue común que muchos príncipes hicieran levantar los suyos en sus jardines. Era un lugar de sosiego, de amores furtivos y conspiraciones. Hoy encontramos laberintos en todos los continentes y se siguen construyendo, aunque hayan pasado de moda.
Umberto Eco los vio como sinónimo del conocimiento de las bibliotecas en El nombre de la rosa, pero a la vez peligrosas: "La biblioteca es un gran laberinto, signo del laberinto que es el mundo. Cuando entras en ella no sabes si saldrás. No es necesario violar las columnas de Hércules".
Desde hace miles de años que el hombre se siente atraído por los laberintos. Los hubo en la antigüedad en China, Grecia, Egipto, Roma y ahora hasta en Hawaii.
"Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles, aquí ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad", soñó Jorge Luis Borges, en El Aleph. Hay mucho de soledad en los laberintos, aunque se esté acompañado.
Si queremos conocer algunos podríamos elegir entre estos diez. Pero hay muchos más donde perdernos.