viridiana.ramirez@eluniversal.com.mx

No importa si los comes sentado, escuchando música indie o a pie sobre una banqueta, lo que sí te garantizamos es que olvidarás la cruda en cuestión de segundos

La esquina del chilaquil
Cata y la Güera han hecho famosas las tortas de chilaquil en la Condesa. Tanto, que hasta las más expertas plumas de gastronomía los recomiendan. Los verdes son la especialidad, aunque los rojos también se llevan las palmas. En ocasiones sorprenden con los de cochinita pibil. El deleite callejero consiste en abrir el bolillo, ponerle chilaquiles, pollo deshebrado o pechuga empanizada, crema, queso y cebollita, entonces el itacate se empaca en su respectiva bolsa y listo. La fila comienza a formarse a las 8 de la mañana, si no te quieres quedar con las migajas lo mejor será llegar antes del mediodía. Costo: desde 17 pesos. En Alfonso Reyes, esquina Tamaulipas.

Chilakillers
Para esperar una mesa hay que hacer fila, en ocasiones hasta por una hora. La espera se te olvida cuando lees en el menú que además de verdes y rojos, hay salsas de frijol, mole, chipotle y la extra picosa. Tú eliges si los acompañas con huevo, pollo, arrachera, costilla o nopal asado. Por parte de la casa van los frijoles refritos y el arroz. Para los que llegan temprano encontrarán la especialidad del día que puede ser de cochinita pibil o al pastor. Todas son para chuparse los dedos, literal. La media orden u orden completa también se puede pedir en torta o en su versión "dobladita", no te confundas, la porción generosa sigue siendo la misma pero sobre una tortilla. Para los que no gustan del carbohidrato hay omelettes. También venden aguas, café de olla y cervezas bien frías. En Avenida Revolución 23, local 3. Bajo el Edificio Ermita. Abre de 9 a 17 horas.

Viridiana Ramírez / El Universal

Lonchería Sin Nombre

Frente al cine Palacio Chino, no hay periodista o voceador que haya esperado un viernes, único día, para darse un atracón con los chilaquiles de doña Judith. Siempre son verdes y se sirven con una porción generosa de bistec, aguacate, crema y queso de hebra. El local es una fondita con escasas mesas y bancos rodeando la cocina. Para las 3 de la tarde los chilaquiles se habrán esfumado, así que lo mejor es apartar el pedido llamando al 5510 3039. La orden, de casi un kilo, cuesta 70 pesos. Sólo se venden medias órdenes si son para llevar (50 pesos). En Iturbide 18, local B.