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Flotando en la puerta del Cielo

Carlos Galán Feced. EFE/Reportajes| El Universal
09:30Sábado 22 de febrero de 2014

La riqueza especial de esta reserva se encuentra en sus ríos subterráneos, los más grandes del mundo. (Foto: Biajoe )

La Reserva de la Biósfera de Sian Ka'an, en el sureste de México fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1987. Miles de años atrás, los mayas se asentaron aquí, al sur de Quintana Roo, y decidieron que esas tierras eran un "regalo del cielo"

Su significado en maya: "La Puerta del Cielo". Reserva de la Biosfera desde 1987, estas 650 mil hectáreas en la costa del mar Caribe se ubican dentro de lo que fueron los cacicazgos de Cohuah y Uaymil, durante los periodos Preclásico y Clásico maya (2.000 a.C - 900 d.C.), y donde se han descubierto entierros humanos y materiales de unos 2 mil 300 años de antigüedad.

En manos de México en un 99%, la riqueza especial de esta reserva se encuentra en sus ríos subterráneos, los más grandes del mundo, en sus 23 sitios arqueológicos y en una biodiversidad de más de 3.900 especies de flora y fauna, con animales como el jaguar, el puma, el mono araña, el tapir o el manatí, además de poseer nueve ecosistemas.

Entre ellos surge la selva mediana; el manglar, la planta que más carbono absorbe y que ayuda a frenar el cambio climático y las mareas; y el arrecife coralino, que forma parte de la barrera arrecifal mesoamericana, la segunda más grande del mundo con más de mil kilómetros.

 Fideicomiso de Turismo de Riviera Maya

El negocio

Pero no hay que olvidar el factor estético, que atrae a  100 mil personas cada año y genera "un ingreso económico muy importante, simplemente porque esto existe y a la gente le gusta", explica Olmo Torres-Talamante, socio fundador de Razonatura, organización que apuesta por el desarrollo sostenible y conservar la biodiversidad.

"Lo que un hotel en Cancún vende al turista es el azul turquesa del mar, que utiliza para hacer negocio, pero en ello no estás en ningún momento destinando parte de tu ganancia a reinvertir en ese capital original natural", comenta a bordo de una lancha este biólogo especialista en cenotes y ríos subterráneos.

"Este es uno de los grandes problemas del capitalismo y del sistema de producción en el que vivimos: no está integrado en el ciclo económico que tú reinviertas en la naturaleza", critica Torres-Talamante, que pide medidas como programas de conservación, o que la industria turística destine parte de sus fondos.

Esos atractivos los podrá disfrutar quien realice un paseo a nado por el canal de 24 kilómetros, construido por los mayas como ruta comercial, dejándose llevar por la corriente y rodeado de largas raíces que serpentean hasta tocar el fondo y plantas epifitas -que crecen unas sobre otras- como orquídeas y bromelias.

O quien atraviese luego, en lancha, el sistema lagunar, observando una vegetación que solo se encuentra en la península de Yucatán y Florida (sureste de México y EE.UU., respectivamente) y peces como el pargo, sábalo o palometa, en una transición de agua dulce a salada hasta desembocar en el mar Caribe.

 

Ramón Romero / El Universal

Proteccón

Este turismo está en manos de las cooperativas, unión de organizaciones y pescadores que buscan para esta Reserva de la Biósfera de Sian Ka'an y Patrimonio Mundial, un turismo responsable alejado del de sol y playa.

El presidente de esta reserva manejada por la CONANP (Comisión Nacional de Áreas Nacionales Protegidas), dependiente de la secretaría de Medio Ambiente, aclara a la Agencia Efe que estas áreas "tienen que ser un sitio donde se desarrollen actividades económicas que beneficien a las comunidades, sin dañar a los ecosistemas".

Además, Ángel Omar Ortiz Moreno destaca en el pueblo pesquero de Punta Allen que "los principales aliados en su conservación son los propios pescadores, que se dedican al ecoturismo, la pesca deportiva de captura y liberación y la de la langosta, en un modelo sostenible con refugios pesqueros".

Estas son zonas que, de forma voluntaria, las cooperativas deciden dejar tranquila, sin pesca, para que el mar descanse y se recupere la biodiversidad.

Una biodiversidad bien conservada es uno de los requisitos para que un Área Natural Protegida sea considerada Reserva de la Biosfera, como también que existan poblaciones humanas viviendo y haciendo uso de los recursos naturales dentro del área protegida, y que los ecosistemas no hayan sido alterados por el ser humano.

 

Ramón Romero/El Universal 

"Sin embargo, esta protección que realizan los pobladores de Sian Ka'an "no es lo general en todo el país, ni en todo el mundo, ya que hay casos donde la gente no aprecia los servicios ambientales que le prestan los ecosistemas", denuncia Ortiz Moreno.

Este biólogo, para quien no es contraproducente atraer turismo a una reserva natural porque "la estrategia es precisamente que las reservas de la biosfera sirvan como modelos de desarrollo económico distintos", dice que las amenazas de Sian Ka'an son los incendios forestales causados por cazadores ilegales y la pesca furtiva.

Sin embargo, sí admite que "siempre hace falta más concienciación", y señala a la educación y la forma de vivir como los problemas.

"Los que vivimos en las ciudades nunca nos preguntamos de dónde vienen los recursos naturales (...). Creemos que los productos salen de un súper por arte de magia, cuando realmente los ecosistemas naturales son quienes nos proveen de alimento, de oxígeno y además captan el dióxido de carbono que generamos con nuestros vehículos", comenta.

Y esa falta de concienciación de que los ecosistemas proporcionan todos esos bienes provoca una "destrucción por desconocimiento", critica el presidente de Sian Ka'an, una reserva natural protegida por la UNESCO y sus pescadores.

 

Ramón Romero/El Universal

ADM

 



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