Carlos Alberto Gastélum le hizo honor a su mote... La Chispa. El intermediarista de los Tigres de la Angelópilis, sólo necesitó de un chispazo de su guante para entrar a los libros de historia.

Gastélum consumó apenas el tercer triple play sin asistencia en la historia de la Liga Mexicana la noche del jueves en la derrota de su equipo 10-2 ante los Guerreros de Oaxaca.

Una proeza de ese tamaño sólo puede engrandecer a un pelotero.

"Es el primer triple play que resuelvo y es un orgullo", dijo La Chispa. "Es algo que me quedo, que es muy mío, un orgullo".

Precisamente en la caseta de enfrente, enfundado en la franela de sus rivales más férreos, los Diablos Rojos del México, Manuel Vélez brillante defensivo, consumó la misma hazaña que Gastélum en 2001.

"Es importante dejar huella, siempre hay que buscar la forma de trascender", dijo el antesalista capitalino, quien consumó su hazaña en la segunda base de los Tecolotes de Laredo. "Qué bueno por él y más porque es paisano, es de Sonora".

Pero Vélez y Gastélum no sólo comparten el estado natal (Gastélum es de Huatabampo y Vélez de Ciudad Obregón), ni un renglón en los libros de historia, sino también una distracción a la hora de consumar su mágica jugada.

"La verdad no me di cuenta en cuanto realicé la jugada, para mí, todo fue muy normal", dijo el camarero felino. "Fue hasta que llegué a la caseta y me felicitaron mis compañeros, y el público".

Vélez coincide: "Fue una jugada normal, pude haber tirado a segunda, me lo pedía el shortstop, pero llevaba mucha ventaja sobre el corredor", recordó. "Fue hasta el otro día que comenzaron todos los comentarios".

¿Y qué hay de las históricas esféricas que permitieron que todo esto fuera posible?

La de Gastélum está de gira, junto con el equipo, hasta que llegue a casa y la pueda guardar en un lugar especial, mientras, se mantiene bien cuidada en su maleta.

La de Vélez, ya tiene cinco temporadas adornando un rincón en la sala de su hogar.

Pero por el momento, y en lo que La Chispa pueda almacenar su pelota en un lugar especial, él ya tiene su sitio único en la historia.

"Ya estoy en los libros", dijo. "Y eso me llena de orgullo".