Para allá voy...

Y Juan Zurita no dejaba de observar, acaso con obsesión, aquella caja mortuoria que envolvía los restos de su compañero, amigo, rival Joe Conde, hace cuatro años.

Fue el 4 de abril de 1996. Funerales de Conde en medio de música de mariachi y vuelo de palomas blancas.

Hoy ambos son compañeros en la eternidad.

Ya, Zurita se fue para ?allá?.

Durante las exequias de Conde dio una de las últimas entrevistas en las que aún tuvo grandes lapsos de lucidez.

Y EL UNIVERSAL los plasmó.

Decía Zurita: ¡Joe Conde!... Para allá voy ya... Me ganó varias veces, pero luego dejé el boxeo y me hice viejo...

Su voz, apenas un susurro.

Su mirada, lánguida.

A veces sonreía, a veces parecía fuera de la realidad. Refería torpemente: No recuerdo mucho las peleas que hice contra Joe Conde... Las de Casanova sí; perdí con él varias veces, fue mi rival más fuerte. Pero eso pasó ya hace muchos años...

Usted casi siempre le ganaba a Joe Conde, era su ?coco?, ¿verdad?

Sí. Y luego él le ganaba a Casanova... Pero todo eso se acabó...

Todavía se ve usted fuerte...

Eso dicen, pero ya no quiero seguir... Tengo debilidad en mi cuerpo, a veces me hace mal hasta el agua ... Cualquier cosa me hace daño. Estoy a dieta....

Vestía elegante: traje azul marino, camisa celeste, corbata gris estampada con flores azules. Barba afeitada de manera impecable; zapatos lustrosos.

Suspiraba: ¡Uuuy!, los recuerdos... Tengo muchos. Yo pelee con mucha gente en Los Angeles...

¿Tuvo buena amistad con Joe Conde?

No, pero nos saludábamos siempre. Él me saludaba y yo a él aunque no hubo gran amistad.

¿Cuántas veces le ganó a Joe Conde?

Creo que como seis... A él le gustaba hablar en inglés; yo lo hablo poco, pero algunas veces me entendí con él así: ¡Sure! Y sonreía levantando las enormes cejas.

De aquellos años a la fecha, ¿qué le parece el boxeo actual?

Yo creo que antes era más duro, porque no había tanta protección ni guantes tan buenos. Uno de veras se daba en la madre, iba con todo y no podía rajarse sino aguantar. Ahora ya no. Es puro teatro. El boxeo de antes era más honrado, se cuidaba mucho la vida. Antes había valor, ahora hay más política, para que comprenda usted... Uno lo que tenía era el deseo de triunfar: no eran tonterías...

Zurita lucía pálido, delgado, demacrado. Tenía ocho años luchando contra el mal de Parkinson.

El ex campeón mundial se retiró del boxeo tras perder la corona ante el estadounidense Ike Williams en 1945, una pelea en la que se rumoraba que Zurita se había vendido.

Así es. Ya no quise pelear. Perdí la fuerza de mis puños, luego me hice viejo... Pero ahora también hay que tener fuerza y valor... ¿Cuántos hijos tuvo? ¡Uuuh!, ya ni me acuerdo, se me perdieron. Yo tuve muy buena suerte con las chavas, con las mujeres jóvenes... Pero ahora hay veces que no hallo qué hacer y mejor me quisiera morir.

Pero Zurita padecía lagunas mentales. Y de pronto no sabía lo que sucede a su alrededor.

Le preguntaban: Juan, ¿sabes por qué estamos aquí?

No...

Porque Joe Conde murió... falleció anoche...

¡Aaah!, ¿ya murió?... Él y yo no fuimos grandes amigos pero nos llevábamos muy bien. Ahora me hice viejo y ni modo... Para allá voy...