Si en Guadalajara resulta poco común encontrar grupos de aficionados a los Tecos de la UAG, hacerlo en otras ciudades, y en especial en el Distrito Federal, es todavía más difícil.

Es por ello que Luis, de 34 años, no oculta el pasado celeste de su niñez; sin embargo, desde hace 15 años es un fiel seguidor de los zapopanos, quienes buscan el máximo galardón del Clausura 2005.

Por razones de su trabajo, enfocado a materia de seguridad, Luis prefiere guardar su identidad, pero es también por cuestiones de su profesión que conoció al equipo y le tomó cariño: "Desde 1990 le voy a los Tecos. Por mi trabajo viví en Guadalajara mucho tiempo y uno de mis jefes me invitaba mucho al 3 de Marzo porque estaba cerca de la zona donde trabajábamos".

Así comenzó su pasión por la UAG, equipo al que ya vio coronarse en la temporada 93-94, "recuerdo a Donizette, Gallaga y Briones", confiesa con un ligero brillo en la mirada y espera que este año pueda celebrar como en aquel entonces con sus consentidos como Ludueña o Leaño, a quien le reconoce su entrega a pesar de ser hijo del dueño: "Tengo apostada la cabellera con ocho de mis compañeros, además de algo de dinero. Si pierdo sólo me rapan a mí, pero si gano pelaré al ocho por uno", explica Luis, quien defiende su afición por los Tecos ante las críticas de las personas que, según dice, sólo se "ponen las playeras cuando son campeones".

"Cuando me preguntan: `¿Por qué le va a los Tecos?`, les contesto algo muy simple: `Alguien les tiene que ir`", explica. "No se por qué se extrañan tanto", agrega.

Este seguidor de los universitarios radica en Teotihuacán, desde donde tiene la oportunidad de seguir a sus Tecos, cuando su trabajo se lo permite, en los estadios de la capital del país, en el Hidalgo de Pachuca y el Cuauhtémoc de Puebla. Ha sido en sus visitas a los estadios en donde poco a poco se ha integrado a la Chilanga Banda , la porra del equipo en el DF: "Me gusta porque es un ambiente familiar. Hay batucada y baile. Hay una señora como de 60 años que le dicen la Bizcocho , se divierte y hasta le mienta la madre a los árbitros, pero es gente que da un ejemplo y significado a la porra".

A bordo de su camioneta, la Tecolota , presume su cariño por el equipo de Zapopan por la calles de su pueblo "y si ganan le pondré una bocina y tocaré el himno del equipo"; además de su colección de playeras y demás artículos relacionados con los universitarios, "una de mis primeras playeras me la regaló Eustacio Rizo. Cuesta trabajo encontrarlas, pero como puedo las consigo", asegura.

La tristeza encuentra lugar en la voz de Luis. En un foro de internet, este aficionado buscaba entradas para el juego de hoy frente al América, pero no los encontró, ahora tendrá que ver el partido decisivo por televisión.