Querétaro. Un agónico cabezazo de Melvin Brown sirvió al Cruz Azul para igualar 3-3 frente al débil Gallos Blancos, cuando ya se daba por hecho el primer triunfo queretano en el Apertura 2003.

El duelo reunió a dos equipos en crisis: Querétaro, que no sumaba desde la fecha 1, cuando empató 0-0 con el Pachuca. Posterior a ello, perdió ocho juegos en fila, hasta que se cruzó el Cruz Azul. Por su parte, los maquinistas acumularon siete partidos sin ganar, en una situación similar a la del torneo pasado.

Al principio el panorama parecía tranquilo para la tropa de Enrique Meza. Al minuto 2, Mario Ortiz resolvió una jugada personal, pero la inmediata reacción local redituó en la igualada. Al 13`, Carlos Ochoa sorprendió al Conejo Pérez.

Para colmo, Marcelo Delgado desperdició un penalty (17`) frente a Erubey Cabuto y por la misma vía de los 11 pasos, Carlos Ochoa puso en ventaja a sus Gallos (22`), al engañar al portero.

Para colmo, Juan Carlos Falcón marcó (45`) el tercero al aprovechar otro error de concentración de la zaga visitante.

Al reanudar el encuentro (53`), el joven Mario Ortiz volvió a dar vida al Cruz Azul, tras aprovechar la salida de Cabuto.

Temeroso, el cuadro queretano optó por conservar su mínima ventaja y decidió entregar la iniciativa al rival.

Pese al dominio, Cruz Azul careció de variantes y de inteligencia para hacer daño, con todo y la habilidad de jugadores como César y Marcelo Delgado.

En plena agonía, la desesperación intranquilizó a los cruzazulinos, pero Melvin Brown aprovechó un centro al área (90`) y con la cabeza conectó para fusilar a Erubey Cabuto.

Una vez más llamó la atención la serie de variantes en la formación celeste, con Daniel Díaz lejos de ser un elemento de respeto en la zaga central.

Pese a todo, el ecuatoriano Alex Aguinaga le dio vida al medio campo azul en el complemento y eso ayudó a que el plantel cementero recuperara el camino en la recta final.

Lo cierto es que la Máquina está lejos de funcionar...