Durante 53 años el ciclismo mexicano ha soportado la lucha entre autoridades gubernamentales e Iniciativa Privada por organizar una carrera de fondo. Lucha que ha llevado a la Vuelta de México a sufrir nueve cancelaciones. La última, el 13 de noviembre del 2001, cuando el titular de la Comisión Nacional del Deporte, Nelson Vargas, suspendió la carrera que debía realizarse del 19 de noviembre al 2 de diciembre de ese año. La decisión, por no haber garantías para los ciclistas y responsabilizó a la Federación Mexicana de Ciclismo que preside Guillermo Gutiérrez. Se buscó que este año se realizara la competencia, sin embargo, el domingo en Tlaxcala, el dirigente de este deporte anunció que será hasta el 2003 cuando probablemente regrese la Ruta México.

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El 3 de diciembre de 1948 se dio el banderazo para la primera competencia ciclista por etapas, llamada Vuelta al Centro de la República. No había televisión y la radio y los medios escritos no se interesaron en difundir una carrera de bicicletas. Sólo un periódico deportivo, de la cadena García Valseca, la engrandeció. Ellos eran los organizadores. Esta prueba encendió más tarde la lucha entre autoridades gubernamentales e Iniciativa Privada, por organizar una competencia ciclista que ha perdurado 53 años y esta diferencia ha llevado a la Vuelta de México a sufrir nueve cancelaciones.

La II Guerra Mundial, que había suspendido actividades deportivas internacionales, terminó y tres años más tarde, en México, surgió la iniciativa de don Arnulfo García de hacer una gran competencia ciclista. Esta se concretó con el apoyo del general José García Valseca, dueño de una cadena periodística.

Así, el 3 de diciembre de 1948, jóvenes ciclistas con pantaloncillo largos y ajustada playera, treparon a su jaca de acero para participar en una prueba por etapas que se extendió a varios estados del país.

Los amantes del ciclismo, aquellos que por amor a la bicicleta realizaban carreras domingueras sin una plena organización y expuestos a los peligros que conlleva este deporte, vieron con gusto la realización de una justa a lo largo de mil 400 kilómetros, divididos en nueve etapas.

Fueron 11 Vueltas, en las que surgieron las figuras como Ángel Zapopan Romero, Rafael Vaca, Eduardo Aguilar, Ricardo Pollero García, Magdaleno Cano, Julio Borrao Cepeda, Porfirio Remigio quienes forjaron la "Época de Oro del ciclismo mexicano".

El primer campeón

Tocó a Eduardo Aguilar pasar a la historia como el primer campeón de la Vuelta a México.

Siempre soñó con ser ciclista y dedicó gran tiempo a pedalear sin que nadie le diera instrucciones enfrentándose a fracasos y frustraciones.

Hace tres años relató a la revista Bicicleta.

?Eran 100 corredores, casi todos manifestaban un espíritu de triunfo y de combatividad, lejos de la conformidad y el derrotismo. Pero se trataba de la carrera más extenuante e inhumana, y para todos de la primera experiencia. Resulta que a mitad de la carrera medio pelotón llegó al límite de su fuerza. Muchos, los que se aventuraron de manera imprevista y apresurada terminaban la etapa cuando era de noche y se auxiliaban con los faros de los autos. Por considerarla una carrera dura y cruel, algunos se negaron a continuar, no se arriesgaron a dar más pedalazos, pero su espíritu indomable los despojó de sus complejos de inseguridad y continuaron hasta el final. Las carreteras se bañaron de sangre, sudor y lágrimas, y sólo abandonaron los que conocieron el drama de las fuertes caídas.

Los ciclistas decidieron el triunfo de Eduardo Aguilar que culminó el 12 de diciembre tras mil 400 kilómetros de recorrido. Secundaron a Aguilar, Salomón Marino y Jorge Gutiérrez, ambos del Club Policía.

En la segunda edición, programada del 20 de diciembre al 11 de diciembre de 1949, tuvo invitados del exterior y éstos, mejor preparados, sorprendieron a los mexicanos. Los franceses Blaise Quaglieri y Leon Duau ocuparon los dos primeros lugares. Dejaron el tercer sitio para el mexicano Juventino Cepeda. El recorrido creció a mil 593 kilómetros en 12 etapas.

Un incremento más sufrió la distancia de la tercera edición que empezó el 25 de noviembre de 1950. Fueron mil 854 kilómetros para 14 etapas y surgió la figura recia de Ricardo Pollero García, hombre serio, de profunda tristeza en su mirada.

"Todos creían que en cada triunfo lloraba", confesó algún día.

Relató en el número 131 de la Bicicleta : "En Aguascalientes gané una etapa, subí al estrado, me entrevistaban en vivo y lo primero que hice fue llorar. Me preguntaron por qué lo hacía y respondí que no podía controlar los nervios, pero no era cierto, la realidad es que unas chamacas que me rodeaban me estaban tocando las piernas...un poquito más arriba".

El Pollero se hizo líder de los mexicano, él ordenaba al pelotón, con la finalidad de que el triunfo se quedara en el país.

Les decía: "Cálmense, cálmense, viene la montaña, Orita vamos a hacer regazón de gabachos... agárrense fuerte del manubrio que orita se pone tiesa la vara".

Agrega: "Muchos recuerdan que en 1950 descendí la montaña de Mil Cumbres a más de 100 kilómetros por hora, nunca antes había sentido que me tocaran los fríos dedos de la Flaca . Este hecho produjo gran admiración, pero nadie supo la verdad... se me había roto el chicote de los frenos".

La era >italicares<

En la cuarta edición apareció un ciclista jalisciense para imponer sus condiciones: Ángel Zapopan Romero quien se apuntó cuatro triunfos consecutivos en la Vuelta a México: de 1951 a 1954.

El destino de Romero estaba fincado en el ciclismo Era sólo un niño cuando quiso ser ciclista. Su madre accedió a su petición de subir a una bicicleta a pesar de la pobreza de la familia. Al pequeño Ángel no le importaba vestir calzoncillo de manta, playera deshilada y zapatillas que dejaban asomar los dedos de los pies.

Sus dotes naturales para pedalear lo llevaron a lograr sus metas.

Recuerda: "A los 17 años gané el campeonato nacional de gran fondo, era el primer gran logro, pero quería más y ese título me demostraba que si se podía. A los 19 años llegó la oportunidad de correr en la Vuelta a México, era la cuarta edición (24 de noviembre al 9 de diciembre de 1951) y di la sorpresa, me coroné. Fue un triunfo que todavía no esperaba pero se me hizo, de hecho fue al final, en la etapa de Puebla a México cuando superé al líder Alfonso Rabanito Díaz.

Zapopan Romero dominó las tres ediciones siguientes: la de 1952, 53 y 54, superando a los grandes del momento, Alfonso Díaz, Armando Martínez, Julio Cepeda, Rafael Vaca. Un recuerdo más: "Cuando triunfé en la séptima edición, faltaban cuatro etapas y solo cinco corredores buscaban la corona: Rafael Vaca, Surke, Magdaleno Cano, Armando Martínez y yo. En una de las etapas finales me escapé y pude sacar seis minutos de ventaja sobre Cano, quien llegó segundo y 13 minutos a Vaca, que arribó tercero.

La primera cancelación

En 1954 apareció una nueva prueba patrocinada por autoridades gubernamentales, la Vuelta del Himno Nacional. Ese año ganó Elías Moreno.

En 1955 inició la lucha para organizar la justa ciclista. La Cadena García Valseca decidió suspender la carrera, la primera de muchas que tenía destinadas esta competencia. Sólo se realizó la Vuelta por la Región que organizó el gobierno.

Para 1956 regresó la Vuelta y paralelamente nace la Vuelta del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana.

En la Vuelta tocó turno en el trono a otro tapatío, Rafael Vaca quien ganó la octava y novena ediciones. Esta última quedó registrada como la de mayor kilometraje: 2,793 kilómetros.

En 1958, otra cancelación de la Vuelta, la segunda en su corta historia. Ese año y el siguiente sólo se realizó la Vuelta de la Juventud.

Pa' mí que todos son...

En 1960 retornó la Vuelta, para celebrar su décima edición y surgió la figura de Porfirio Remigio, El Indio de Acero , quien dio brillo a la época de oro del ciclismo por su peculiar situación como deportista.

Recuerda: Acudí a los Juegos Centroamericanos de Kingston, Jamaica, pero tuve un percance. Era el primer día que estaba allá y salí a entrenar; no sabía que el sentido vial es a la inversa que en México, los autos tienen el volante en el lado derecho y me encontré de frente con uno, fui a parar al hospital.

"Ya no pude competir, pues el accidente fue grave, me operaron, me quitaron un pedazo de hueso de una pierna y me quedó más chica que la otra."

Pero eso no acabó con las ilusiones de Porfirio, quien siguió en el ciclismo.

"Así, con una pierna más corta que otra corrí la Vuelta a México de 1960 y gané con una mínima ventaja a los colombianos, favoritos, sobre todo a su ídolo Cochise Rodríguez".

Los periodistas colombianos estaban asombrados, no aceptaban y señalaban en su informe: Increíble, Cochise Rodríguez y Darío Gómez han sido derrotados por un ciclista semiparalítico.

"Cuando llegué a México como campeón, me esperaba en la meta el Presidente Adolfo López Mateos, se aproximó a mi Paco Malgesto, quien trasmitía en radio. Sólo recuerdo que don Adolfo me preguntó sobre la actuación de los extranjeros y contesté, `pa mí que todos son ojetes`... la verdad lo dije sin darme cuenta, me salió tan natural, incluso el presidente comprendió y soltó una carcajada ante la pena que sentía Paco Malgesto."

Todavía llegaría una victoria más para Porfirio. En 1961 repitió en la Vuelta a México y en 1962 se realizó la undécima y última edición, con triunfo de Jacinto Brito.

Con esta carrera se ponía fin a la época de oro del ciclismo mexicano.