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Nelson ya hizo historia

Bertha Servín y Moisés Ramírez| El Universal
Lunes 07 de mayo de 2001

OAXACA. Un machucón de faul mantuvo con vida a Nelson Barrera, quien en el siguiente disparo, y en cuenta de 3-2, dibujó en el primer inning el jonrón 453 que empató la marca de Héctor Espino. Impasible permaneció Nelson en la caja, observando el vuelo de doña blanca que abandonó el estadio por el jardín izquierdo. La bola cayó cerca de la caseta de custodia de la Coplade. Y la atrapó el policía Felipe Marcial, quien recibió 25 mil pesos por el recuerdo.

Mientras, recorría Nelson las almohadillas con el rostro hacia el plomizo cielo y las lágrimas se confundieron con la pertinaz lluvia.

"¡Lo logramos!", dijo Nelson a su esposa María del Carmen, quien recibió de regalo la guanteleta del jonronero.



Y doña blanca abandonó el estadio

Desde temprana edad, germinó en Nelson Barrera la pasión por el beisbol.

El guante, el bat y la pelota eran sus juguetes predilectos.

Recuerda que de pequeño se encerraba en su estrecha habitación en Campeche, para escuchar por radio las transmisiones de los partidos de beisbol.

"Me deleitaba con las jugadas de mis ídolos, entre ellos don Héctor Espino".



***

Alternaba Nelson el juego de pelota con los estudios.

Asistía por la mañana a la escuela y jugaba por la tarde en polvorientos campos.

A los 13 años de edad terminó la secundaria y debutó en el beisbol en primera fuerza.

Señala que sus padres don Manuel y doña Elvia se opusieron a que hiciera carrera en el beisbol.

"Ellos deseaban que continuara mis estudios y terminara una carrera profesional".

Desempolva la memoria Nelson: En una reunión familiar, con mis padres y mis tíos, se decidió mi futuro. Hubo un ultimátum: "Si te va mal, regresas a estudiar". Acepté el reto, pero en un principio surgieron dudas y un mal presentimiento de que podía fracasar. Ahora veo que no fue así y aquí sigo todavía dando guerra y empatando récords de mi ídolo el señor Espino.

Firmó Nelson como profesional a los 16 años.

Aún recuerda el día en que se presentó al parque del Seguro Social para buscar una oportunidad con la novena escarlata. Era uno de aquellos 170 jóvenes que asistieron ilusionados al viejo parque capitalino para probarse.

"Fui uno de los seleccionado en este try out y los afortunados fueron enviados a la Liga Central y Tabasqueña".

Sigue Barrera tejiendo el ayer.

"En 1974 llegué a mi primera práctica con los Diablos Rojos. Me impresionó ver a peloteros de la talla de Ramón "Abulón" Hernández, Antonio Villaescusa, Abelardo Vega, Ramón "Diablo" Montoya, Miguel Suárez y Trinidad Aguirre.

De estas leyendas escarlatas, comenta Nelson que recibió un apoyo incondicional del "Diablo" Montoya y de Villaescusa.

"Ellos me orientaban como agarrar el bat y la manera de ejecutar el swing".

Dice que también le ayudó mucho codearse con gente madura y experimentada.

"Me inculcaron a no dejarme de nadie".

También tiene Nelson gratos recuerdos del inolvidable Benjamín "Cananea" Reyes, quien después de haberlo ensayado en el outfield, en la tercera base, en la segunda y en la primera durante dos campañas, en 1979 -a dos años de su debut- decidió asignarle la esquina caliente, donde se desempeñó con gran acierto en el resto de su carrera, aunque en las últimas temporadas funge como manager-jugador y bateador designado.



***

Volvió a sonreir Nelson en el viejo parque del Seguro Social.

Sonrió el día en que empató la marca de jits (2,753) de Héctor Espino.

Al llegar a la inicial, después de rodar por el campo corto, recibió la pelota de manos de su coach Alfonso Pulido.

Le enmugrecida pelota adquirió de pronto un valor incalculable, pues se vistió de historia luego de que el short stop de los Tigres Trinidad Robles no pudo concretar el out en el octavo episodio.

"Es un logro más en mi carrera", dijo un emocionado Nelson tras consumar la gesta.

Presentía que en esta serie ante los Tigres iba a alcanzar y rebasar al señor Espino, quien ha sido el más grande pelotero surgido en su época.

Causó la hazaña doble satisfacción para Nelson Barrera, pues la consiguió en el parque del Seguro Social, un estadio que lo vio crecer como pelotero y donde vivió grandes glorias enfundado en la casaca de los Diablos.

Cuando Nelson Barrera llegó a los Diablos, en 1977, el bat boy más viejo de la Liga Mexicana, el "Abuelo" Mora, sentenció: "Ahí viene el que romperá los records de Héctor Espino".

Y se ha cumplido el vaticinio del "Abuelo": El 19 de abril de 1997 Nelson empató la marca de más carreras producidas (1573) del legendario "Supermán de Chihuahua".



***

Con bates de corcho o sin corcho. Con pelotas comando o sin ellas, el veterano Nelson Barrera llegó a los 400 jonrones en su paso por la Liga Mexicana de beisbol.

Qué sigan dudando dice "El Almirante"a lo largo de mi carrera me han abierto muchos bates y nunca ha pasado nada. Tengo mi conciencia tranquila.

Conectó la noche del jueves 25 de junio de 1998 el ansiado cuadrangular contra un lanzamiento de Roberto Garibay.

"Fue el batazo en el que menos pensé que sería jonrón. Una línea por el jardín izquierdo que pasó al ras de la barda. Y hasta que llegué a la inicial fui el hombre más feliz de esa noche desastrosa." Los Guerreros conectaron tres jonrones, pero cayeron por paliza de 17-7 ante los Olmecas de Tabasco.

Y son inevitables los recuerdos.

En esos momentos pensé en mi primer jonrón. Lo conecté en el parque del Seguro Social en 1977. Ese año sólo batee dos y mira, ya llegué a los 400.

Cambia la mirada de Nelson. Se torna cristalina.

Me siento muy contento. He realizado mi meta: llegar a los 400 cuadrangulares. Ahora sé que valió la pena ser beisbolista, porque con mi trabajo soy reconocido en la mayor parte del país comentaría en aquella ocasión.



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