Torreón.— El juego en el estadio Azul ha terminado y los Leones Negros lograron dar la sorpresa, derrotaron 0-2 a Cruz Azul.

Mas en Torreón, quedaban cuatro minutos de juego, de un juego empatado a dos goles.

Puebla se aferraba a la esperanza, el empate les daba la salvación. El empate a dos goles simplemente sabe a gloria, tiene sabor a campeonato, sabe a Primera División.

Cada balón que vuela sobre el área poblana hace envejecer 10 años al dueño de La Franja, Jesús López Chargoy, quien desde el palco ve el juego esperando el silbatazo final.

Tres minutos y la pelota está en el área lagunera. Nadie sabe de dónde, pero a la cancha brinca un individuo que busca agredir al árbitro. El silbante Fernando Guerrero corre en busca de refugio y la seguridad llega a destiempo, cuando el incidente ya pasó.

Pero quedan minutos por jugar. En el Azul, los Leones Negros ven por televisión la catástrofe y no hay más por qué rezar.

Silbatazo final y la Laguna se convierte en la capital de Puebla.

Porque La Franja se salvó.

El empate a dos goles hace que los camoteros permanezcan en Primera División. Al final la cuestión del porcentaje quedó en segundo lugar, con la igualada y la victoria tapatía todo qúedó igual. La diferencia de goles fue el factor que jugó a favor del Puebla, lo que les dio la salvación.

En cuestión de calificación, Santos se metió transitoriamente en los ocho primeros por lo menos hasta que hoy Toluca juegue con Tigres. Un triunfo de los Rojos los podrían sacar de las finales.

Pero aún hay más. Los resultados del sábado hacen que prácticamente Querétaro y Pachuca estén calificados a la Liguilla. Los Gallos y los Tuzos esperaron a que todas las combinaciones se dieran y lograron entrar, aunque sea por la puerta de atrás, en la lucha por el título.

La otra lucha la ganó el Puebla.

El gol de Javier Orozco, combinado con la victoria parcial de la UdeG en la capital hizo que Puebla sacara el orgullo, sacara el alma.

La Franja fue por el empate, mostró pundonor, con más ganas que orden se fue al frente y cerca del final de la primera parte, el joven Tamay cerró la pinza para igualar.

Con ese resultado, Puebla estaba salvado del infierno.

No conforme con el empate, los del Profe Cruz fueron por más. Santos se mostró nervioso y entregó un balón en la salida que Alustiza no pudo convertir en gol.

Al comenzar el segundo tiempo, todos los astros se acomodaron a favor de La Franja. El chaparrón Luis Robles ganó por lo alto para poner el segundo.

Quién lo dijera, Puebla ganaba en La Comarca.

En la capital del país, Leones Negros metía el segundo, pero no sabían lo que pasada en el norte.

Santos fue al abordaje, un empate los metía a las finales y lo logró por conducto de Rentería.

Quedaban 18 minutos para sufrir, pero Rodolfo Cota apareció. El portero de Puebla comenzó a ser figura.

El tiempo pasó y el milagro se convirtió en realidad. El tiempo pasaba y todo el sufrimiento se convertía en alegría. El tiempo pasó, llegó el silbatazo final. Y Puebla se salvó. Redacción