Madrid.— Pese a estar falto aún de buen juego, agresividad y concentración, el Real Madrid se reconcilió con su hinchada con una victoria ante el Deportivo de La Coruña (2-0).

El fabuloso tanto del coreado Isco (22’) y el gol del francés Karim Benzema (72’) silenciaron los silbidos con los que la afición blanca recibió a los Merengues después del 0-4 ante el Atlético en la pasada jornada y la fiesta de cumpleaños del portugués Cristiano Ronaldo, horas después de la humillante caída frente al rival ciudadano.

Desacertado, aunque voluntarioso, el astro no se salvó de los abucheos de la hinchada, que —enojada por su festejo y sus clamorosos fallos de ayer— reprobó a casi todo el equipo, Íker Casillas incluido.

Protagonista de un error en uno de los goles del ‘Aleti’ en la pasada jornada, el arquero se redimió con una parada en el inicio del segundo acto que salvó a su equipo de un empate que el Deportivo buscó y mereció.

El palo había repelido un potente disparo del costarricense Celso Borges justo antes de que Casillas interviniera, de manera decisiva, ante el cabezazo de Oriol Riera.

Las dos jugadas, en los primeros minutos del segundo tiempo, retrataron los males del Real Madrid, convertido en un equipo falto de concentración, seguridad defensiva y autoridad.

Sólo el futbol de Isco, la insistencia del galés Gareth Bale y el buen desempeño de Asier Illarramendi en el centro del campo compensaron los desajustes de los dirigidos por Ancelotti.

El gol de Isco, después de dos zurdazos al larguero de ‘CR7’ y Bale, apaciguó los ánimos y compensó la fragilidad defensiva de los blancos, muy inseguros atrás, pese a la vuelta del brasileño Marcelo.

El volante español enmendó con una parábola perfecta un error garrafal del astro portugués que, habilitado por Benzema, falló un remate en la línea de gol y sin arquero.

La ventaja blanca en el marcador animó al Madrid, que consiguió el segundo gracias al efectivo Benzema. Redacción y agencias