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Veracruz.— Las sorpresas se redondearon: Querétaro venció a Veracruz y con esto por primera vez los cuatro de abajo en la Liguilla, el 5, 6, 7 y 8, vencieron a los de arriba: 1, 2, 3 y 4.

Los Gallos se metieron a la casa del Tiburón y empataron a dos para con global de 4-3 para ir a jugar la siguiente ronda contra Pachuca.

El responsable del triunfo de Querétaro fue Édgar Melitón Hernández. Más allá de que los goles se le anotarán a William da Silva y Ronaldinho, el portero tuvo gran culpa en los dos. Desde que fue llamado al Tri, el cancerbero vino a la baja y con él, el equipo escualo.

Y Ronaldinho sigue siendo un show, se toma su tiempo para saludar uno a uno a sus rivales. Les da la mano, los toma del antebrazo y además les da una palmada en el hombro.

Se junta en el centro del campo, hace una broma a Danilinho, da un abrazo, se faja la playera y... Comienza el espectáculo.

El primer tiempo es el ritmo que quiere el brasileño: semilento, con ráfagas de alaridos por aproximaciones de ambos lados, pero nada más.

Los Tiburones copan el área queretana, tanto que ellos mismo se reducen espacios, demasiados de rojo ante unos bien parados blancos. Querétaro recupera y decide cambiar la velocidad. Vértigo en el ‘Pirata’ Fuente.

No quedó de otra para el equipo escualo. Ronaldinho recibe dura falta fuera del área. Viene un tiro libre. Desde la tribuna se escucha: “Pin... Melitón, no la vayas a ca..., como la otra vez”. Algo sabía el espontáneo. El tiro sale directo a la grada.

Albín responde con un tiro de larga distancia que hace volar al espectacular Volpi, en la contra viene la tragedia para el Puerto.

William da Silva se acerca al área y manda un “podridito” de disparo, Leiton Jiménez la desvía y le quita más velocidad, Melitón a medio camino se detiene, y hace confianza. La pelota pasa por debajo de su mano y Gallos Blancos se va arriba en el marcador al minuto 17’ ante el desconcierto local.

La desesperación priva entre a la gente del Puerto. Se busca el modo de sacar la frustración y se comienzan a lanzar objetos desde la tribuna a la cancha.

Los fantasmas de la violencia e intolerancia despertados horas antes en el Jalisco, se hacen presentes.

Ronaldinho sigue trotando. De vez en cuando saca un pase de fantasía que no llega a buen destinatario, pero se da tiempo para parar un ataque del Tiburón.

Veracruz tiene la intención de pintar de roja la segunda parte, pero todo queda en intenciones. Al pasar el acoso inicial la magia vuelve a ser queretana. Ronaldinho, menos participativo que en la primera mitad, saca un pase de tacón que hace aullar de gusto al ‘Pirata’.

Falta algo para que el estadio despierte y eso es el gol. Andrade se para frente al balón y dispara, la pelota pega en la barrera y Volpi ya no puede recomponer. El empate enciende de nuevo el juego.

El estadio juega su partido pero el equipo no lo suficiente.

Ronaldinho vuelve a despertar, Cobra un tiro de esquina y le avientan de todo. La experiencia y clase salen a su rescate. Acomoda la cerveza que le echan, no se molesta por el rayo de luz en los ojos y casi anota un gol olímpico. Hay una mano de Andrade que no se marca como penalti.

Otra ráfaga de los Tiburones. Albín se mete a rajatabla al área y dispara. Yasser Corona salva en la línea. Viene otra en la que Furch por fin concreta, el estadio explota pero el línea levanta la bandera... Fuera de lugar. Demasiado apretado.

Y otra vez Melitón. Cuando más cerca estaba el Veracruz de empatar el seleccionado nacional lo volvió a hacer. Ronaldinho cobró por lo alto, el portero sólo la tenía que tomar, midió mal y volvió a cometer el error del juego ante la UdG.

Furch en tiempo de compensación anotó para el Tiburón, pero el tiempo ya era su peor enemigo.