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¿Dónde quedó el espectáculo?

Héctor Alfonso Morales| El Universal
Domingo 25 de enero de 2015
Dnde qued el espectculo?

El actual América desconoce el significado de la palabra "espectáculo". (Foto: DANIEL CÁRDENAS. IMAGO7 )

América llega a 204 minutos sin gol y el show se lo lleva el ingreso del ídolo Cuauhtémoc Blanco en la recta final del partido

hector.morales@eluniversal.com.mx  

Cientos de cámaras apuntaban hacia la figura encorvada de Cuauhtémoc Blanco cuando iba a ingresar de cambio. El jugador del Puebla pone el espectáculo con su sola presencia. El partido entre América (4 puntos) y La Franja (4 unidades) termina en empate a cero, pero el ‘Temo’ se termina por robar el show en el Estadio Azteca, pese a que sólo juega 15 minutos, ante la incapacidad ofensiva de un campeón que acumula ya 204 minutos sin anotar.

Los asistentes en el Coloso de Santa Úrsula se rinden ante su gran ídolo. Poco les importa que defienda una camisa extraña. Los fans amarillos recuerdan todo lo que el veterano futbolista de 42 años le dio al americanismo. Son la cara opuesta a la directiva azulcrema, que se ha olvidado de darle un homenaje al tres veces mundialista. También es un forma que tienen de dejar atrás el paupérrimo rendimiento que tiene el campeón América en este inicio del Clausura 2015.

Por ello hay otro protagonista que sufre desde su área técnica. Manos a la cintura, mirada clavada al césped y gritos inútiles. Es la estampa de Gustavo Matosas, quien comienza a fallarle al americanismo. Su equipo vive un calvario con el Puebla, que pelea el descenso. El público del Azteca le reclama con sonoros abucheos ante la incapacidad por descifrar el parado del cuadro de La Franja.

El actual América desconoce el significado de la palabra “espectáculo”. Arranca bostezos, genera reproches y sus llegadas a gol son contadas. El monarca del futbol mexicano está convertido en un equipo somnoliento. El técnico uruguayo sólo ha vendido esperanzas en el Nido; hechos, pocos.

Los azulcrema con Antonio Mohamed al mando eran más goleadores y ganadores. Después de la jornada 3 del torneo pasado, los de Coapa llevaban un paso perfecto y demoledor: sumaban tres victorias con un saldo de ocho goles a favor y dos en contra.

Con Matosas, apenas tienen cuatro puntos (tres tantos a favor, los mismos en contra) y apenas una celebración y para colmo, en el encuentro ante La Franja del torneo anterior, los entonces ‘Turcoboys’ golearon 4-0 a los Camoteros. Una comparación odiosa para un entrenador que se jacta de siempre buscar el arco rival.

La inversión millonaria del americanismo en refuerzos no se nota por ningún lado. El Puebla, con una nómina mucho menor y para pelear por no irse a la Liga de Ascenso, le hace un partido serio, férreo y apretado. La Franja se vuelve un crucigrama que las Águilas no pueden resolver.

Darío Benedetto es el más lúcido. Se bota, encuentra espacios y remata tres veces a gol. Se estrella con Rodolfo Cota, quien le saca goles que el Estadio Azteca gritaba. Primero, el argentino manda un tiro cruzado, luego con un par de cabezazos obliga al meta rival a ejercer de salvador. De ahí en fuera, el América camina sobre el laberinto que le impone la zaga de la ‘Angelópolis’.

Fuera del ariete argentino, el ataque del América palidece, se convierte en una sombra. No agrada a nadie el equipo emplumado. La desesperación de la gente es la prueba de que las Águilas vuelan bajo.

Al final, Carlos Darwin Quintero se anima y pone un balón en el poste, Pablo Aguilar, de plano, recurre a empujar un balón a las redes con la mano, pero es bien anulado por el silbante César Ramos. El zaguero paraguayo termina por irse a las regaderas por una segunda amarilla.

Las Águilas no son las mismas de hace unos meses. Ahora son un equipo chato, que falla a su etiqueta de temible campeón. Lo único que hace olvidar a los americanistas el fiasco es la presencia de Cuauhtémoc Blanco.

La inminente despedida del ídolo de Tlatilco del Estadio Azteca se dio entre vítores y aplausos. Un adiós digno de su leyenda ante el club que ama.



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