jose.parra@eluniversal.com.mx

Cuernavaca.— La despedida de Cuauhtémoc Blanco llegará después de que logre rescatar al Puebla del descenso. Su incursión en la política pretende combinarla con la salvación de los Camoteros. Y mañana, cuando su equipo visite al América, enfocará todas sus energías en el objetivo de la permanencia en el máximo circuito.

“Quién sabe quién dijo [que mañana es su último partido], pero así pasa en el medio, todos dicen que es el último. Realmente es una tontería”, dice convencido. “Allá ellos. Yo sigo y como lo mencioné, espero salvar al Puebla, después retirarme, y luego tengo un compromiso muy grande aquí con la gente”, asegura, como quien tiene la agenda bien definida.

Resuelto, asegura que tanto al ‘Profe’ José Guadalupe Cruz, director técnico del Puebla, como a sus compañeros, en La Franja, les ha dicho que a estas alturas de su vida podría dedicarse a pasear o a tomarse las cosas con calma, pero no. Dejaría de ser Cuauhtémoc Blanco.

“El ‘Profe’ Cruz sabe cómo me rompo la madre dentro del campo”, comparte. “Siempre he dicho que no importa la edad, sino la mentalidad y las ganas que tengas de seguir trabajando, de seguir luchando y esforzándome”, replica. “Yo, como he dicho a mis compañeros, ahorita estaría de vacaciones, en Acapulco o Cancún, pero no me conformo con lo que tengo. Quiero más, seguir mis metas e ir para adelante. Soy una persona que no me conformo con lo que tengo. Quiero estar con mi familia y de ahí ayudar a la gente”, resalta en exclusiva con EL UNIVERSAL.

—¿Y qué le dices a la gente ahora?

“Que confíe en mí, que vamos a sacar a Cuernavaca adelante. Yo no los ‘choreo’, como decimos en el barrio, simplemente, me gusta trabajar y tener retos en la vida. Trabajar para la gente, porque como presidente municipal tienes que trabajar para la gente, porque por algo votó”, responde idealista.

“Al terminar esto [el acto político], hay que estar concentrados para el partido del sábado contra el América”, arguye, convencido de que podría ser su último encuentro en la cancha del Estadio Azteca, escenario de múltiples pasajes de su vida, tanto como jugador de las Águilas, como de la Selección Nacional.

“A final de cuentas, ahora visto la camiseta del Puebla y soy un profesional, como lo hecho en todos los equipos. Sabemos que si dejamos ir puntos, nos vamos a meter en problemas”, añade. “Tanto yo como mis compañeros estamos comprometidos”, fomenta, resuelto a cumplir con la permanencia de La Franja en el máximo circuito, al término del semestre, que marcará su retiro definitivo. “Así es, se acaba el semestre y todos saben que me voy”, asegura, aún sin saber si habrá algún partido de homenaje. “De eso tengo muy claro mi pensamiento”, responde el hombre que no parece darle mucha importancia a un juego dedicado a su persona.

La carrera de entrenador “también tendrá que esperar”, comparte. “Espero nos vaya bien en estos tres años, sobre todo, si gano la candidatura”, predica, seguro de que será electo en el próximo trienio como alcalde de Cuernavaca.

—¿Y qué quieres hacer por Cuernavaca?

“Muchas cosas. Ayudar a la gente. Me encanta ayudar a la gente pobre, ver a las personas de la tercera edad, que ahora necesitan de nosotros”, contesta, mientras se reserva sus argumentos para rescatar a la ciudad de la crisis financiera que vive. A la postre, sonríe mientras se despide con su característico lema... “Coman frutas y verduras”.