Ni Tomás Boy ni Gustavo Matosas ni Claudio Borghi parece que llegarán a La Noria sino... ¿Sergio Bueno?

Todavía no despedían a Luis Fernando Tena y ya todo mundo hablaba de relevos en el timón del mundo celeste. Que a Tomás Boy lo quería imponer el promotor Carlos Hurtado, pero a ‘Billy’ Álvarez no le parecía el adecuado, por su derecho a cuidar la imagen institucional del Cruz Azul. Después brincó Rubén Omar Romano, pero se apagó tanto que el propio argentino terminó por firmar con los Xolos de Tijuana. Y al desfile le entraron Claudio Borghi y, mejor aún, Gustavo Matosas, una vez que el América decidió negociar sorpresivamente su salida del Nido de Coapa. El poder que tienen los promotores en el equipo celeste, siempre suele jugarle en contra y los acomodos, consejeros y componendas han significado el jugoso reparto de muchos dólares, pero la macabra ausencia de títulos durante largos lustros. A tal grado va la cosa en La Noria que ahora la más clara opción es Sergio Bueno... ¡Bueeeno!

Camaleónicos por la inseguridad

Por temor a la inseguridad que priva en la región, los jugadores del Santos Laguna toman medidas para su protección y la de sus familias.

Nos dicen que uno de los primeros puntos a cuidar es que, desde la fachada, la casa no se vea ostentosa: pintar con colores no llamativos y evitar todo tipo de arreglo que puedan indicar ostentisidad. De hecho, uno de los colores que más prefieren es el gris.

Eso es con el fin de que nadie sospeche quién o quiénes viven en esa casa.

Un segundo punto a cuidar es el de la movilidad. Los jugadores santistas optan por transportarse en vehículos de modelos no tan recientes ni llamativos. Los autos de lujo —a los que los futbolistas de todo el mundo están acostumbrados— se quedan guardados para las ocasiones especiales. El temor es generalizado y si alguno implementa alguna nueva medida de seguridad, la comparte con el grupo.

Beisbolistas, en el mundo terrenal

Quizá sea común pensar que la vida de los peloteros profesionales en la ciudad de México roza el glamur y las comodidades, pero la verdad es que los jugadores de los Diablos Rojos del México prefieren ahorrar dinero y mientras algunos pagan hotel por semana, otros comparten departamentos en los que prefirieron comprar colchones inflables para dormir y otros aditamentos casi desechables, que desembolsar en muebles que tras el fin de la temporada tendrán que tirar. Fuera de Iván Terrazas, el resto de los elementos del conjunto campeón de la Liga Mexicana de Beisbol provienen de otros estados de la República o del extranjero.

Nos cuentan que gran parte de los elementos infernales, cuando se encuentran disputando juegos de local, se mueven  en transporte colectivo, por lo que no es raro que te los llegues a encontrar en el metro, en el camión o en un microbús.

Valdeolmillos pone condiciones

El regreso del entrenador Sergio Valdeolmillos al banquillo de la Selección Mexicana de baloncesto es un hecho. Es más, el español ya fue registrado de manera oficial como estratega nacional para los Juegos Panamericanos de Toronto.

Las negociaciones no fueron sencillas, luego de la abrupta salida de Sergio tras el Mundial de Barcelona en 2014. Para su retorno, el entrenador solicitó, entre otras cosas, no entrenar más en la renovada cancha de baloncesto del Comité Olímpico Mexicano, sino en el Centro Nacional de Alto Rendimiento y Detección de Talentos (CNAR) donde, por cierto, los medios no podrán ingresar sin previo aviso. Valdeolmillos ofrecerá una conferencia de prensa la primera semana de junio, fecha en la que arribará a nuestro país. En cuanto al sueldo, se habla extraoficialmente de más de 100 mil dólares de aquí al preolímpico, que se realizará del 31 de agosto al 12 de septiembre.