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La apelación solicitada por el corredor de Vikingos de Minnesota, Adrian Peterson, fue negada, por lo cual se perderá el resto de la temporada y será elegible para su reinstalación hasta el 15 de abril del próximo año.

Referente de los “Vikes” en las últimas campañas, el jugador de 29 años fue acusado por golpear a su hijo de cuatro años, por lo que la NFL decidió castigarlo a partir del 18 de noviembre.

Peterson originalmente fue separado de los emparrillados por seis partidos y por ende podría reincorporarse en las tres fechas finales de la presente temporada.

Sin embargo, el árbitro Harold Henderson, encargado de analizar el recurso por parte del jugador, consideró que las declaraciones públicas de Peterson “no reflejan el remordimiento o la apreciación de la gravedad de sus actos” .

“Mi conclusión es que el jugador no ha demostrado que los procesos y procedimientos en torno a su disciplina fueran justos y consistentes” , señaló Henderson.

Tras la negativa y con un futuro incierto en la franquicia de Minneapolis, ahora Peterson planea llevar su caso a la corte federal.

cjem