Messi vomitó en la cancha por sexta vez ¿normal?

¿ES NORMAL? El jugador de la selección de Argentina vomita en un partido contra Rumania el miércoles, 5 de marzo de 2014, en Bucarest. (Foto: AP )
No lo tiene en riesgo para el Mundial, no lo sacó del flojo partido en el que Argentina empató sin goles con Rumania, pero sí llamó la atención: Lionel Messi tuvo que parar dos veces en pleno partido para vomitar.
El astro del Barcelona fue el primero que salió a calmar las aguas y quitarles el dolor de cabeza a los hinchas.
"Es algo que me pasa siempre, que ya me pasó varias veces en mi club también, así que no pasa nada", dijo Messi después del juego. ¿Es normal?
"Durante las competencias o el ejercicio, la sangre se concentra principalmente en los músculos, y en el caso de un futbolista, en los de las piernas; esto deja relativamente sin irrigación, entre otros, al sistema digestivo, que si ha recibido alimento antes de dos horas de la competencia, puede llegar a convertirse en una molestia, que en ocasiones se acompaña de mareos, escalofríos, náusea y vómito", explica Carlos Francisco Fernández, asesor médico de EL TIEMPO.
"Todo esto ocurre porque la digestión requiere un gran flujo de sangre que en ese momento no tiene. De ahí que, para evitar eso, algunos deportistas induzcan el vómito (o el mismo cuerpo lo haga) para liberarse de esa carga innecesaria".
En algo sí tiene la razón Messi: ya le ha pasado, y más de una vez. La primera fue el 16 de agosto de 2011. Jugaban Real Madrid y Barcelona, en el estadio Santiago Bernabeu, en disputa de la Supercopa de España. El argentino, que venía de disputar, sin éxito, la Copa América en su país, comenzó a sentirse mal y se tomó el estómago varias veces, hasta que terminó vomitando en plena cancha.
Después de eso, Messi se sintió mucho más aliviado, a tal punto que, poco después, anotó el segundo gol de su equipo, en un encuentro que terminaría 2-2. La explicación del cuerpo médico del Barça es que el problema de Messi se generó por el brusco cambio de temperatura, del frío que vivió en su país al calor del verano europeo.
El siguiente episodio fue el 30 de septiembre de 2012, cuando Barcelona enfrentó al Sevilla en el estadio Sánchez Pizjuán, un encuentro que los azulgranas perdían 2-0 y terminaron ganando 2-3, en medio de la polémica. Messi comenzó a sentirse mal y a pedir agua. Luego, devolvió atenciones. Aunque no marcó, el argentino jugó el partido completo.
La primera vez que tuvo este inconveniente vestido con la camiseta de Argentina fue el 26 de marzo de 2013, en el partido frente a Bolivia, en La Paz.
El último antecedente de la selección albiceleste en el estadio Hernando Siles había sido un desastroso 6-1, al mando de Diego Maradona, cuando el equipo decidió salir a jugar mano a mano a 3.600 metros de altura. Esa vez lo pagó caro, y Alejandro Sabella tomó muchas más precauciones.
Varios jugadores argentinos sufrieron mucho ese día, entre ellos Ángel di María, quien tuvo que pegarse a una máscara de oxígeno en un costado de la cancha. Otros jugadores se quejaron de mareos. Y Messi, cómo no, volvió a vomitar, esta vez en el intermedio del partido, aunque la causa era más que lógica.
Los últimos casos
El 18 de agosto de 2013, Messi regresaba a las canchas luego de recuperarse de una contractura muscular.
Enfrentaba al Levante en la primera jornada de la Liga. Ya había marcado dos goles y hecho un pase gol a Pedro cuando volvió a vomitar, poco antes de comenzar el segundo tiempo. Terminó sustituido a los 71 minutos, cuando el partido ya iba 6-0. En ese entonces explicaron que el tema con Messi se debía, otra vez, a las altas temperaturas, sumadas al esfuerzo físico.
El último antecedente antes de lo que le sucedió en Bucarest fue hace poco, el 12 de febrero. Barcelona visitaba a Real Sociedad en la Copa del Rey. Messi marcó el gol del Barça, a los 27 minutos. Después volvió a vomitar, pero pudo seguir jugando. El cuerpo médico del Barça no se pronunció.
Messi se sintió mal el miércoles desde el comienzo del partido y a los 10 minutos de juego ya estaba vomitando. "El astro terminó jugando, aunque sin brillo.
El vómito es normal en ciertas disciplinas, como el atletismo de largo aliento y el rugby, debido a causas como el estrés de la competición, el cansancio y los cambios de temperatura. Y en Messi parece que también lo es...





