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ZURICH.— Hacía tiempo que el Balón de Oro no ofrecía tanta incertidumbre, pues ninguno de los tres finalistas (Franck Ribéry, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo) parte como claro favorito a adjudicarse el galardón que distingue al mejor futbolista de 2013, el cual se entregará hoy.

Cada uno tiene motivos de peso para recibir el trofeo que la Federación Internacional de Futbol Asociado y la revista France Football entregarán, una vez contados los votos de entrenadores, capitanes y periodistas encargados de la elección.

“Es el Balón de Oro más difícil de la historia”, aseguró recientemente el francés Michel Platini, presidente de la UEFA y ganador del premio en tres ocasiones.

Si se atiende a los títulos en 2013, no hay duda, el triunfador en la gala de 90 minutos, que según los datos de la FIFA se transmitirá a casi 200 países, debería ser Ribéry.

El francés brilló en el mejor equipo del año, el Bayern Munich, y ganó cinco de los seis títulos posibles: Bundesliga, Copa alemana, Liga de Campeones, Supercopa europea y Mundial de Clubes. Sólo se le escapó el menor de todos: la Supercopa alemana.

Pero La Pulga nunca puede ser descartada, pese a que 2013 no fue precisamente su mejor año. El ganador de los últimos cuatro balones de Oro estuvo lejos de su habitual nivel y pasó muchas semanas sin jugar por lesión.

CR7 cuenta con la recta final a su favor. Mientras el argentino estaba lesionado, el portugués seguía anotando goles sin descanso, justo en las fechas en las que se cerraba la votación.

El veloz atacante del Real Madrid se vio favorecido por la decisión de ampliar el plazo para enviar los votos, lo que permitió que su exhibición ante Suecia en la reclasificación mundialista (anotó los cuatro goles de su combinado) entrara en la consideración de los electores.

Gane quien gane, como escribió el ex entrenador argentino César Luis Menotti, “la decisión dejará para muchos la sensación de no ser justa y dará lugar a la polémica”.