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RÍO DE JANEIRO.— El atacante holandés Arjen Robben volverá a cruzarse en el camino de España mañana, en la primera jornada de Brasil 2014 y en la reedición de la final de Sudáfrica 2010, cuyo destino pudo cambiar el jugador del Bayern Munich si el meta del Real Madrid, Íker Casillas, no hubiera desbaratado la ocasión más clara de aquel partido.

“Pienso mucho en esa jugada. Duele fallar una ocasión así”, reconoció Robben en una entrevista con el portal de la FIFA.

El volante ofensivo, principal pilar de la selección de Holanda, disfruta de un buen momento. Ha mantenido la regularidad con el Bayern, con el que acumula trofeos cada año, y está consolidado en una selección que pretende enterrar el calificativo de subcampeón.

“Me siento muy bien en estos momentos, tanto física como mentalmente”, afirma con énfasis. “Un Mundial siempre es algo especial, y estoy muy contento de estar en Brasil para jugar éste. Guardo recuerdos particulares de cada Mundial que he visto o jugado, pero el de Sudáfrica fue un gran torneo para mí. Obviamente fue una gran decepción que perdiéramos la final, pero yo sigo estando muy orgulloso de lo que conseguimos juntos en aquel campeonato”, dijo el holandés.

Robben es sólo uno de los siete jugadores que se mantiene en la selección oranje respecto a la de hace cuatro años. Ahora está bajo la dirección de Louis Van Gaal, con el que ya coincidió durante una época en el cuadro de Munich.

“Trabajé con él en el Bayern de Munich antes de que asumiera este puesto, de modo que él ha sido muy importante para mi carrera”, señaló Robben en alusión a Van Gaal. “Junto con [Pep] Guardiola, puedo decir que es el mejor entrenador que he tenido”.

La llegada de Van Gaal ha supuesto un cambio de sistema de juego en el equipo nacional. “Hemos jugado tres partidos con la nueva formación y ninguno de nuestros rivales —Ecuador, Gales y Ghana— crearon demasiadas ocasiones, mientras que nosotros sí las tuvimos”, defendió Robben.