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Hubo una época en el que los desbordes de Rubens Sambueza fueron prestados con opción a compra por River Plate a los Pumas.

Esa cesión le había costado a los felinos 100 mil dólares, pero prefirieron no pagar el millón de dólares para comprar definitivamente al volente zurdo. Era una ganga, pues el naturalizado mexicano, ahora cuesta casi cuatro veces más [3.8 millones de billetes verdes].

La salida de Sambu de Universidad fue dolorosa para el volante zurdo, quien ahora brilla en el América.

De hecho, denunció hace un año, a las afueras de las instalaciones de Coapa, que su salida del conjunto auriazul había sido intempestiva, producto de una mentira que se creyó.

“Había gente de Pumas que me había dicho personalmente que me iban a comprar, que estuviera tranquilo, y no fue así, eso por ahí me dolió y me molestó un poquito. Esa mentirá me dolió un poco, pero no pasa nada”, manifestó Rubens.

Dejar el Pedregal, luego de jugar dos torneos [Apertura 2007 y Clausura 2008] fue un golpe duro para la carrera de Sambueza.

Mas su futuro lo encontró en Brasil, para integrarse en las filas del Flamengo. Lo hizo devaluado. Su costo en el mercado disminuyó de los 2.6 mdd hasta los 1.4 mdd.

Salió del conjunto brasileño y regresó a su cuna. Los Millonarios de River lo acogieron, hasta que un entrenador en el futbol mexicano, de nombre Miguel Herrera, creyó en Sambueza.

Así, el retorno al balompié tricolor del nacido en Neuquen, Argentina, se dio. No era un equipo importante, sino uno que poco a poco iba gestando su rumbo hacia la Liga de Ascenso: los Estudiantes-Tecos.

El destino y sus constantes juegos pusieron a Rubens de frente a los Pumas. Era el Bicentenario 2010 y anotó de penalti en CU.

Rubens no se aguantó su coraje. Ese empate a uno que puso en el marcador lo utilizó para festejar con una seña que simbolizaba dinero.

Fue un gesto con claro destinatario: la directiva de Pumas que lo desechó.

Seis torneos después de militar en la Universidad Autónoma de Guadalajara, El Piojo, ahora como técnico del América, lo fichó.

Parecía más un capricho, pues las críticas por la contratación de un jugador que había descendido eran severas, de escepticismo.

“El que haya jugado en un equipo en mala situación, no quiere decir que no puede venir a un equipo grande”, justificó Herrera. No se equivocó. Sambueza ayudó a las Águilas a coronarse en el Clausura 2013.

Ese logro revaloró a Rubens, quien alcanzó un costo de 3.8 millones de dólares, el máximo de su trayectoria.

El sábado tiene una cita ante los Pumas, equipo que prefirió no comprarlo cuando su talento era una ganga.