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EAST RUTHERFORD, Nueva Jersey.— Los Halcones Marinos de Seattle ganaron el primer Super Bowl de su historia en su segunda oportunidad. Su defensiva le abrió las puertas, pero demostraron que son un equipo balanceado con anotaciones de la ofensiva y de los equipos especiales.

Para el coach Pete Carroll, quien conformó a este conjunto con 21 jugadores que alguna vez fueron agentes libres no drafteados y 16 elementos elegidos después de la tercera ronda del Draft, ésta sólo es una recompensa por el gran trabajo que hicieron sus muchachos a lo largo de la temporada y los Playoffs.

“Es en verdad sensacional que nos llevemos el trofeo a casa. Tenemos muchos aficionados. No puedo esperar a volver para que se los podamos entregar. Todo esto es emocionante. Fue un largo año, pero el equipo fue muy dedicado para poder conseguir esto y ahora sí podemos decir que somos los campeones del mundo”, comentó el entrenador Carroll.

“Así es como jugamos nosotros. Fue un partido genial para nuestros muchachos en todos los frentes, no sólo defensivamente. Estoy orgulloso de todo nuestro equipo, por lo que estuvimos dispuestos a hacer toda la temporada, y especialmente hoy [ayer]”, expresó el estratega.

También para el esquinero estelar Richard Sherman, este título era más que merecido.

“Tuvimos mucho trabajo duro, mucha dedicación y el equipo se lo merecía. Russell Wilson, Earl Thomas, Kam Chamcellor, ellos se merecen esto. La Legión del Boom, nene. Espero que coloquen nuestros nombres en los libros de historia. Esta fue la mejor ofensiva en la historia de la NFL y nosotros los opacamos. Peyton Manning se retirará como uno de los mejores quarterbacks en la historia, y nosotros tuvimos la oportunidad de jugar contra él”, dijo Sherman al término del duelo.

El quarterback Russell Wilson, exaltó el trabajo de sus compañeros: “La preparación fue increíble. Los equipos especiales, con el regreso de kickoff para touchdown de Percy Harvin. La defensiva impecable. A la ofensiva ejecutamos e hicimos lo que deseábamos”, opinó.

El corredor Marshawn Lynch, quien no quiso hablar mucho en la semana dijo: “Es un sueño hecho realidad. Los pateamos a todos. Ya saben que no celebro en el campo de juego. Ha sido una tradición desde que llegué al equipo. Eso todo el mundo lo sabe y me respetan. Este es el segundo mejor día de mi vida, después de nacer”, bromeó

Seattle festejará un campeonato deportivo de las ligas profesionales de Estados Unidos por primera vez, desde 1979, cuando los Sonics se coronaron en la NBA.