Fallece Eusebio da Silva huérfano, el fútbol luso
Video. Cientos de personas guardan fila para visitar la capilla ardiente del futbolista Eusebio en el estadio y rendir homenaje al que fue jugador del Benfica y un ídolo de la selección portuguesa
ALTAR. La estatua de La Pantera Negra se llenó de estandartes del Benfica, frente al estadio Luz. (Foto: JOSÉ SENA GOULAOEFE )
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LISBOA.— Para muchos portugueses era mejor incluso que la megaestrella del Real Madrid Cristiano Ronaldo. Por eso la muerte del legendario Eusebio, La Pantera Negra, dejó huérfano al futbol luso.
El futbolista era en el país algo más que un mero goleador. Eusebio da Silva Ferreira nació el 25 de enero de 1942 bajo extremas condiciones de pobreza en Lourenço Marques (hoy Maputo), en la antigua colonia portuguesa de Mozambique.
Un cazatalentos del Benfica lo descubrió en el Sporting Lourenço Marques, una filial del gran rival Sporting de Lisboa. Para evitar que fuera arrebatado por la competencia, el tímido joven fue trasladado en un vuelo a Lisboa en 1960 en una acción casi clandestina bajo el nombre falso femenino de Ruth, y una vez allí, escondido durante semanas antes de la firma del contrato.
Sobre el terreno de juego, Eusébio se destacó sobre todo por su fortaleza física, rapidez y potente disparo. Frente al estadio del Benfica en Lisboa una estatua de bronce recuerda a La Pantera Negra, ídolo de un club en el que pasó 15 de sus 22 años de carrera y del que sigue siendo el máximo goleador, con 638 goles marcados en 614 partidos oficiales.
Eusebio, que jugó en 64 ocasiones con la selección de su país, alcanzó el punto máximo de su carrera en el Mundial de Inglaterra 1966, donde lideró el equipo que logró el tercer lugar y con nueve tantos fue además el principal goleador de aquel campeonato.
En su primera participación en un Mundial, Portugal eliminó al Brasil defensor del título, pero lo más recordado es la remontada del equipo en cuartos de final ante Corea del Norte, cuando los lusos convirtieron un 0-3 en un 5-3 gracias a cuatro goles de Eusebio.
Décadas después del torneo, el delantero aseguraba aún que en la derrota por 2-1 en semifinales ante el anfitrión y luego campeón hubo cosas que no fueron correctas. “Nuestra federación vendió aquel partido”, dijo Eusebio, quien abandonó el campo entre lágrimas.