Extraña a extécnicos situación del América
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De esencia ‘sui géneris’, la actual versión del América incluso sorprende a hombres que conocen las entrañas de una institución que se ha convulsionado en plenas semifinales.
Aunque están virtualmente clasificadas a la serie por el título, las Águilas lucen partidas internamente, con su director técnico seguro de que no permanecerá en el cargo —sin importar que sea campeón—, un titular indiscutible (Paul Aguilar) separado por indisciplina, un refuerzo asegurado para la siguiente campaña (Carlos Darwin Quintero) y con el estratega Gustavo Matosas, aparentemente, apalabrado.
Peculiar panorama que extraña hasta a quienes ocuparon el banquillo que Antonio Mohamed, afirma, no ocupará para el próximo torneo.
Los amarillos sacaron una gran ventaja del estadio Tecnológico (3-0), sin importar todo lo que les rodea.
“Hay que decir una cosa: [el equipo] no estaba tan bien. Ha mejorado, aunque [contra el Monterrey] tuvieron un carro de fortuna, que también existe en el futbol”, recuerda Manuel Lapuente, quien guió al América al título del Verano 2002. “El partido anterior, tampoco se vio tan bien. Sin embargo, el juego de Pumas lo pudo solventar por lo mismo: el rival decayó un poco”.
“Y, efectivamente, andaba mejor de como terminó la temporada. Empezó excelente y luego dio el bajón. A lo mejor, por esos mismos problemas internos que hubo...”.
Situaciones que, normalmente, suelen afectar a cualquier club. No ha ocurrido con las Águilas, quienes están en el umbral de su tercera final en los más recientes cuatro torneos.
“Normalmente pega, influye, y hasta ahora no se ha demostrado que eso pase acá”, valora Rubén Omar Romano, quien dirigió a los azulcrema en el Clausura 2008. “Han pasado muchas cosas que no son normales en un equipo de futbol estando en esta instancia. También deben estar muy metidos en que las cosas externas están al margen cuando estás peleando un título”.
Aunque el ‘Hombre de la Boina’ sí sugiere indagar cuál es la rendija por la que se filtran situaciones, como la llegada de Quintero o las supuestas charlas con Matosas.
“Me ha extrañado mucho del América, porque ahí es donde tiene que buscar, entre sus piezas, quién da a luz ese tipo de cosas”, aconseja Lapuente. “Normalmente pasan, pero no deberían pasar, y uno internamente no halla para dónde ver y quién será el que lo dice. Eso es lo que tienen que averiguar, si pueden”.
Porque, al final, podrían perjudicar a un conjunto que todavía luce sólido. El también exentrenador nacional aplaude la labor del ‘Turco’, más allá de que apenas cumple su segundo torneo como americanista y en el anterior quedó eliminado en cuartos de final.
“Realmente, creo que ha hecho una gran labor en el América”, diagnostica. “No sé las cosas internas que suceden, porque a veces de ahí surgen las situaciones inconvenientes. Hace una semana, [Ricardo] Peláez [presidente deportivo de la institución] decía que todo el grupo estaba bien, que nada estaba mal...”.