Derrumban tabúes
VERDAD. El batquetbolista Jason Collins, gay declarado desde abril. (Foto: ARCHIVO MARY SCHWALM AP )
ariel.velazquez@eluniversal.com.mx
El silencio ya no es un precio que se tenga que pagar para pertenecer a un equipo o desenvolverse en el deporte profesional. La voz de los atletas gay está derrumbando tabús y abriendo las puertas de los vestuarios.
Así sucederá con Jason Collins, el basquetbolista estadounidense quien en abril del año pasado reveló ser homosexual, se convertirá en el primer jugador abiertamente gay en participar dentro de las cuatro principales ligas profesionales del deporte estadounidense al firmar un contrato de 10 días con los Nets de Brooklyn.
Aunque Collins de 35 años de edad, acumula 13 temporadas en la NBA, fue hasta el año pasado que se encontraba sin equipo, cuando declaró su orientación sexual.
Al igual que Collins, otro jugador que busca un lugar en el deporte profesional, es Michael Sam, ala defensiva de los Tigres de Missouri, quien después de admitir ser homosexual, ha acaparado los reflectores en el Combine que realiza la NFL.
De los casos más recientes está el del boxeador Orlando Cruz, quien tras revelar su homosexualidad subió a su cuenta de Facebook un video en el que le pidió matrimonio a su pareja. El puertorriqueño, quien enfrentó a Orlando Salido en octubre pasado, vistió un pantaloncillo con los colores de la diversidad.
El joven clavadista británico Tom Daley, medallista de bronce en Londres 2012, también se declaró públicamente gay. En cuanto a atletas olímpicos, el clavadista australiano Mattew Mitcham, medallista de oro en Beijing 2008, decidió recientemente “salir del clóset”.
Primeras figuras del deporte también han expresado su sexualidad como Gregg Louganis, Martina Navratilova y Billie Jean King.