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MONTERREY.— El primer par de “roscas” —y no precisamente de Reyes— se produjo en el estadio Tecnológico, testigo de la opacidad del Monterrey y el conformismo del Cruz Azul, en duelo de la primera fecha del Torneo de Clausura 2014.

El decepcionante 0-0 entre Rayados y Cementeros puso en jaque al Profe Cruz, blanco de las críticas de la afición norteña. Y, de pasadita, el empate le valió al Flaco Luis Fernando Tena para debutar con muchas dudas en el timón de una Máquina sin marcha ni futbol.

Pocas emociones, mucho forcejeo y mil cosas por solucionar, detectaron los estrategas de regios y capitalinos, incapaces de abrir los candados que terminaron por exhibir a los artilleros, sin alma para apelar a algún destello futbolístico que acabara con el cero imperante.

Después de un prometedor arranque, en el que el refuerzo celeste, Marco Fabián, se manifestó en el área de Jonathan Orozco, y tras una reacción inmediata, Marlon de Jesús Pabón conectó de cabeza, cerca de la portería de Chuy Corona.

Peor aún, Joao Rojas desperdició un par de ocasiones que habrían dado otro rostro al compromiso en favor de los cruzazulinos. Lo que vendría después sería la precaución visitante y la ineficacia norteña.

En la agonía del primer lapso, Humberto Suazo conectó sólido de testa, mas Corona salvó.

En el complemento, la historia no se compuso. Ambos equipos parecían muy conformes y se vieron faltos de ambición en ataque. De tal suerte, el empate significaría la mejor opción para los celestes.

Fue entonces cuando Rojas desaprovechó por segunda ocasión, luego de quedar solo y su alma frente al meta Jonathan Orozco.

Un nuevo intento, ahora en los pies de Gerardo Torrado, tampoco ayudó a sorprender al guardameta Orozco y el cero se mantuvo en la pizarra del Tecnológico.

Reaccionan los Rayados

En el cierre del compromiso, El Chupete Suazo hizo de las suyas y cerca estuvo de anotar, mas el esférico sacudió caprichosamente el travesaño de Chuy Corona.

Incluso a un minuto del final, Wilson Morelo, quien entró de relevo, disparó, sin mucha potencia, y el balón golpeó el poste izquierdo de Corona, cuando ya se cantaba la anotación del Monterrey.

Al final, el cero se mantuvo en el pizarrón y los maquinistas escaparon con vida de la Sultana del Norte. A los pupilos del Profe Cruz les falta aún mucho por aprender y la afición, impaciente, le reprocha todo. Cruz Azul, en cambio, celebró “roscas”, muy al estilo del precavido Flaco Tena.