daniel.blumrosen@eluniversal.com.mx  

Sufrían, al igual que millones de aficionados mexicanos, con cada decepción tricolor en el camino rumbo al Mundial Brasil 2014, pero lo de ellos era un poco más profundo. Además del orgullo, había dinero en juego.

Héctor Ruiz Velasco, presidente de Nevada Tours, una de las dos agencias de viajes autorizadas para vender paquetes al máximo evento futbolístico del planeta, admite que la eliminación del representativo sería un golpe de graves consecuencias.

“Sí, hubiera sido una pérdida, porque la inscripción para ser agente autorizado por FIFA cuesta mucho dinero”, revela. “No sé [cuánto habría sido], pero creo que todo... Menos de millones de dólares”.

Rafael Nosti, miembro de cuentas clave de Mundomex, la otra agencia oficial, confiesa que el ritmo de venta descendió durante esas semanas en las que la presencia mexicana en Brasil fue una incógnita.

“Con los malos resultados de la Selección Mexicana, antes de obtener la clasificación, se detuvo la venta”, comparte. “Tras la clasificación y el sorteo, los teléfonos no dejaron de sonar”.

Eso sí, Ruiz Velasco aclara que “en lo personal, de los paquetes que había vendido antes de estar a punto de que nos eliminaran... No me canceló alguien”.

“La gente que lo hizo fue por problemas muy personales: cayeron auditorías, enfermedades, lo que usted quiera, pero no por el hecho de los resultados”, agrega. “Nada más tengo dos proveedores para el Mundial: Aeroméxico y la FIFA”.