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La vida de Salvador Cabañas dio un giro de 180 grados tras aquel fatídico 25 de enero de 2010 en el que sufrió el atentado: el delantero paraguayo tenía el Mundial en la mira y, en su futuro, estaba el Manchester United.

Así lo reveló el guaraní, en entrevista para la agencia AFP, en la que dijo que ya había firmado un primer contrato por 1.7 millones de dólares; se habría ido antes, pero América le duplicó el sueldo y le dio "un departamento en Acapulco y otro en Cancún".

Sus planes fueron frustrados por el atentado en el Bar-Bar. "Le truncaron su vida profesional en el mejor momento de su carrera", dice su padre, Dionisio.

Los planes cambiaron, pues tuvo que empezar desde abajo: su carrera ya no sería la misma, se quedó sin dinero, su pareja lo dejó y ahora, a la par de sus entrenamientos con el equipo 12 de octubre de su país, trabaja en una panadería para ganarse la vida.

Pero quedan los recuerdos... Cabañas no olvida sus goles a los brasileños, tanto al Flamengo con el América como al 'scratch' con su selección; de ahí que lo apodaran 'gordinho'.

Pese a todo, el 'Mariscal' no se rinda y repite una y otra vez: 'Voy a salir adelante', al tiempo que lamenta que la Federación Paraguaya no lo haya visitado aún y que sólo lo visiten "cuando me necesitan". Sin embargo, no guarda rencor y sigue peleando, como lo hizo siempre en la cancha.

mcs