Tras la goleada a Chivas, la delantera de las Águilas se envalentona y se alista para otro clásico, ahora ante La Máquina, líder del torneo

hector.morales@eluniversal.com.mx

Las Águilas están insatisfechas. Hacerle cuatro goles al Guadalajara en el Clásico Nacional no terminó con su ambición. Van, ahora, por el líder del Clausura 2014: Cruz Azul.

Tras vivir el éxtasis ganador en el Omnilife, el América ya fijó su mira sobre su otro enemigo histórico, al que planea vencer para demostrar que “estamos para cosas grandes”.

“Yo creo que sí es el mejor momento [para jugar ante La Máquina]. La verdad es que vamos en ascenso, hay que saberlo también. Hay que pensar en cosas grandes, ganar,  escalar posiciones y enfrentar al primer lugar es una motivación más para nosotros”, avisa Raúl Jiménez.

El joven delantero americanista, como uno de los victimarios del Rebaño el domingo pasado, saborea el llamado ‘Clásico Joven’.

Analiza ese duelo que se vivirá en el Estadio Azteca como si se tratara de la Liguilla, parecido en intensidad a los que se han vivido en los últimos tiempos  entre emplumados y cementeros.

“Es el primer lugar contra el cuarto y ahora empezamos a jugar de buena manera. Esperemos que sí [venzamos], será un buen partido y hay que demostrar a toda la gente que podemos aspirar a cosas grandes”, amenaza Jiménez.

El América ha cambiado. Luce envalentonado, contundente al frente y sólido atrás. La goleada sobre el Rebaño Sagrado en el Clásico hizo que se cambiara la percepción de la crítica de sus fieles  seguidores.

Si antes se veía un equipo dubitativo, la victoria inclemente de 4-0 sobre el Guadalajara le dio a los azulcrema aires de fe en que pueden ganarle a los cruzazulinos para vivir otra tarde  en la que alegren a sus seguidores.

“[Obtuvimos al ganar el Clásico] confianza, seguridad para enfrentar lo que nos falta. Quizá nos faltan seis puntos para estar en la Liguilla, pero no nos conformamos con sólo eso”, avisa el ariete del conjunto emplumado.

Mientras, Luis Gabriel Rey, autor de un doblete en el Omnilife, se muestra sereno. A sus 34 años de edad se ha vuelto más calculador que eufórico.

Recuerda que la clasificación a la fase final no es un objetivo cumplido. El atacante colombiano sabe que derrotar a la Máquina es vital, más allá de la rivalidad entre ambos equipos.

“Estamos en zona de clasificación y el siguiente partido [ante Cruz Azul] es igual de importante que éste [Chivas] porque todavía queremos más”, explica el delantero azulcrema.

Coinciden en que la goleada a su máximo rival debe quedar atrás. Disfrutar el momento, estar satisfechos por haber obtenido en la Perla de Occidente un triunfo histórico, pero pensar en el Cruz Azul.

Después de todo, en Guadalajara obtuvieron lo que querían: el envión anímico y el autoestima para el sábado acudir a la cita en el Estadio Azteca para retar al líder Cruz Azul.