@Univ_Deportes

El futbol del Rebaño está lejos de ser pulcro. No es el mejor. Tampoco juega por nota. Mucho menos resulta espectacular. Pero tiene una cualidad que el torneo pasado carecía: es efectivo. Y eso ha sido suficiente para sacar la primera victoria del Torneo Clausura 2014, sobre Jaguares de Chiapas, por 1-0.

No es tanto que haya elegido jugar así. Simplemente, el equipo armado por José Luis Real no puede hacerlo de otra manera. En la primera jornada, de visita ante Santos, dio resultados. Por momentos, Chivas hasta se vio bien. Pero el futbol cambia cuando se actúa de local y se carga con la responsabilidad de proponer.

Guadalajara es un equipo largo, que transita muy poco el balón por medio campo. No tiene gente ahí con el talento necesario. En cambio, posee dos volantes veloces: Omar Bravo y Carlos Fierro, que recorren las van más de ida que de vuelta. Suben y se convierten en extremos en espera de pelotazos. Bajan muy poco.

Esa fórmula resultó exitosa en Torreón, pero no en el Estadio Omnilife. Uno tras otro, los balonazos se convierten en un platillo fácil de digerir para la defensa visitante. De esa forma, Guadalajara es absolutamente incapaz de generar peligro. La escena es repetitiva. Tanto, que Jaguares la aprende de memoria: desde atrás, la zaga tira un servicio largo y corta; si acaso reciben Bravo o Fierro, se escalonan para evitar el centro.

El encuentro correspondiente a la jornada dos se vuelve predecible por ambos lados. Y es Chiapas el que encuentra en el arranque más opciones, aunque sin demasiada peligrosidad: un cabezazo desviado de Lucas Viatri (‘3) y un disparo de Luis Robles que controla Toño Rodríguez (‘5).

Viatri, delantero argentino, protagoniza la más clara del primer tiempo. Por izquierda, David Mendieta se sacude la marca de Néstor Vidrio y manda un servicio justo para el atacante, que se eleva y cabecea picado, a la esquina, inalcanzable para muchos, pero no para "Toño" Rodríguez. El joven rojiblanco se estira y con la punta de los dedos, desvía a tiro de esquina, al '16. Atajadón. Tras la salida de Luis Michel, el puesto ya tiene dueño.

Lo de Chivas es prácticamente nulo en la parte inicial. Aldo de Nigris, con más pundonor que oportunismo, dispara de lejos, desviado, al '34 y ocho minutos más tarde, el mismo delantero retrasa la pelota, inteligente, para la llegada de "Chatón" Enríquez, que remata como viene, fuera del área, para el control del arquero Afredo Frausto. Del Rebaño Sagrado, es todo.

En la segunda parte, no cambia tanto la idea del Rebaño Sagrado, pero se encuentra con un elemento que, unas veces para bien y otras para mal, existe siempre en el futbol: la buena fortuna. Un guiño de esa diosa es suficiente para modificar el rumbo de un partido.

Minuto 58. Rafael Márquez Lugo es proyectado dentro del área, por el costado derecho. Por un instante, duda en seguir el balón. La posición es comprometida. Parece apenas en línea con la defensa. Alcanza el esférico cerca de la línea de fondo y manda un servicio pasado. A segundo poste, salta Omar Bravo. Su cabezazo pega en el poste derecho.

Frausto, que seguía la acción, queda completamente fuera de ella tras el rebote, que queda muerto en el área chica, donde Aldo de Nigris, predador de esa zona, estira la pierna derecha para enviar la redonda a las redes. El 1-0 provoca una explosión de júbilo en las tribunas del Omnilife, más pobladas de lo esperado para el debut como local del Rebaño Sagrado.

Con el movimiento del marcador, la responsabilidad cambia de dueño. Entonces sí, el Guadalajara encuentra los espacios largos para que su forma de jugar luzca, por momentos, efectiva y hasta peligrosa. Los pelotazos tienen mayor razón de ser si el rival deja huecos en su zaga, desesperado por buscar un gol.

De esa manera se acerca el segundo de Chivas. Carlos Fierro emprende la carrera a toda velocidad por la banda izquierda. El campeón del mundo Sub-17 en 2011 manda un centro al área, donde Aldo de Nigris se tiende para rematar de cabeza. El esférico amenaza con estremecer las redes, pero el travesaño lo impide.

El rebote llega de nuevo a pies de Fierro. La misma fórmula: servicio del joven rojiblanco y testarazo de Aldo, que esta vez pasa apenas por un lado. Guadalajara deja escapar la oportunidad de incrementar su ventaja, al '63.

Jaguares se tira al frente con desesperación, más que con idea futbolística. Por eso, sus embates son constantes, pero inofensivos. El cuadro bajo de los locales controla cada llegada, despeja balonazos y mantiene su arco intacto. El silbatazo final de Erim Ramírez decreta la primera victoria de Chivas en este Clausura 2014.

José Luis Real y su esquema táctico dejan todavía algunas dudas. De visita, la velocidad de sus volantes y pelotazos por las bandas serán letales. Pero en casa, padecerá por la ausencia de un medio campo generador. Guadalajara tendrá que sufrir hasta el final en el Omnilife, como este domingo, para sacar buenos resultados.

mcs