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Abucheo al fracaso. Aplauso a la ilusión. Un mediodía de contrastes en Colomos. Cientos de aficionados han acudido al llamado. Cantan. Saltan. Encienden bengalas. Castigan a Eugenio Ruiz Orozco, último presidente de la Asociación Civil que durante 97 años ha dirigido el destino del club, con escasos éxitos. Y vitorean a Ricardo Salinas Pliego, nuevo dueño del Atlas.

La administración entrante ha preparado un acto oficial sobre la cancha Alfredo "Pistache" Torres, donde se hace la simbólica entrega de la bandera de la institución, que cambia de manos, tras un acuerdo de 500 millones de pesos, que no ha sido saldado en su totalidad. El presidente de los Zorros comienza la entrega de poderes.

"Estamos depositando la confianza y el honor de nuestra afición a una institución privada, Grupo Salinas, TV Azteca y a su presidente Ricardo Salinas Pliego, quien llevará nuestros colores al lugar que la afición merece. Estamos garantizando la sobrevivencia y éxito de nuestro equipo. Lo mejor que pudo habernos sucedido, está pasando. Estamos depositando nuestra bandera en las mejores manos", explica Ruiz Orozco, cuando estalla un grito desde la tribuna. "¡Cállate güey!", replica un seguidor.

Su discurso es constantemente opacado por expresiones de reprobación en Colomos. "Cuando hace unos meses nos hicimos cargo de la presidencia de nuestro club...", añade, al tiempo que estalla desde la grada: "¡Valió madre!". El oportunismo de la intervención arranca aplausos.

Eugenio Ruiz Orozco mantiene la calma. Continúa con sus palabras. "Ofrecí a la afición resolver los gravísimos problemas económicos que vivía nuestra institución y ofrecí además que el Atlas sería campeón. Lo primero está por resolverse; lo segundo, ser campeones, estoy seguro que se logrará", afirma.

"Hoy se cierra una época y se abre una esperanza. Sabemos que lograr un campeonato exige talento, dedicación, recursos económicos y perseverancia. Hoy se inicia la era de TV Azteca, de Ricardo Salinas Pliego al frente de nuestros colores. La Fiel estoy seguro que está contigo", concluye el presidente rojinegro.

Bandera equivocada

El protocolo entra en la parte más simbólica de su programación. Eugenio Ruiz Orozco recibe una bandera doblada. Se acerca a Ricardo Salinas Pliego para extenderla juntos. Se hace la entrega a esta nueva administración. Ninguno se percata del error: tiene los colores de la institución invertidos.

No sólo ocurre con ese símbolo. También el escudo del Atlas está al revés. Presenta primero el color negro y después el rojo. Así, el dueño de TV Azteca la toma y da algunos pasos al frente, para recibir el aplauso de los aficionados, que ven en él la esperanza de poner fin a 62 años de sequía.

El empresario toma la palabra. "No les puedo prometer que todo va a salir bien, pero eso sí, no vamos a dejar de hacer el máximo esfuerzo por lograr éxito, porque se logra con trabajo, no con buenas intenciones. También les quiero decir que hemos visto muchos clubes que invierten mucho en jugadores y está bien, pero es más importante invertir en los jóvenes en las fuerzas básicas y desarrollar a los que tienen la camiseta bien puesta", advierte.

Asegura conocer las tradiciones del Atlas. Su esposa, María Luisa, es tapatía. Lo acompaña en el evento, al igual que sus tres hijos, vestidos con camiseta rojinegra. Salinas Pliego busca de inmediato establecer los primeros compromisos.

"A la afición les pido que renueven su fe en el equipo, que mantengan ese apoyo incondicional que siempre han demostrado y sostengan la ilusión que nos mantiene vivos. A la directiva le exijo que no escatime talento, creatividad y soporte técnico para entregar resultados. A los jugadores y cuerpo técnico los convoco a refrendar ese espíritu de triunfo imbatible, a mantener el orgullo de los colores que portan. Estoy seguro que en manos del ‘Jefe' Boy, esto va a llegar muy lejos", sentencia.

Sabe que ha comprado un equipo con problemas de descenso. Conoce el riesgo, pero confía en el triunfo de un proyecto que ha desafiado y roto las reglas de la multipropiedad establecidas por la Federación Mexicana de Futbol, este mismo año.

"El Atlas es más que un escudo con estrellas, el Atlas tiene una estrella en cada fiel rojinegro, lo refrendo y espero que pronto tengamos más estrellas para lucir en nuestro escudo porque en mi diccionario, la palabra derrota no existe. Vamos a trabajar, vamos a salir adelante", concluye el empresario.

mcs