Los Gallos arrasan con Chivas en Verde Valle
ARRASANTE VICTORIA. La afición rojiblanca se mostró molesta por el resultado del equipo. (Foto: Cortesía: Club Chivas )
@univ_deportes
Amarga Navidad para el Rebaño Sagrado. La afición
responde. La tribuna en Verde Valle está repleta, pero las expresiones
de los seguidores presentes son en su mayoría de franca decepción. Lo
que ven sobre el terreno de juego es triste.
Al Guadalajara no se le ve forma. Querétaro exhibe las carencias
tapatías y se impone por 4-1.
Se trata sólo de un partido amistoso de
pretemporada. Sin embargo, el resultado y, sobre todo, el funcionamiento
del equipo que dirige José Luis Real, enciende los focos de alerta en
la escuadra tapatía, a menos de dos semanas del debut
en el Torneo Clausura 2014, el próximo 3 de enero en casa del Santos
Laguna.
Desde el arranque, este duelo es un desastre para
la gente del “Güero”. Apenas han transcurrido 15 segundos, cuando
William da Silva, desde el costado izquierdo mando un pelotazo. La
intención quizá es de centrar, pero la pelota toma
dirección al arco y techa al joven arquero Antonio Rodríguez, que
estaba mal parado. La redonda estremece las redes. Querétaro toma
ventaja.
En la tribuna, la molestia empieza a aparecer.
Pero hay una luz de esperanza, poco tiempo después, cuando Rafael
Márquez Lugo recibe un jalón dentro del área. Se decreta la pena máxima.
El mismo delantero rojiblanco toma el esférico,
pero no para cobrar. Se lo entrega a Omar Bravo. Es la oportunidad de
estrenarse como rojiblanco.
Hay expectación en Verde Valle. El atacante
acomoda el balón. Se perfila. Patea con pierna derecha, sin demasiada
fuerza. El arquero visitante, Édgar Hernández, adivina la dirección. Se
tiende. Desvía y salva a los Gallos Blancos, al
minuto cinco.
Más tarde, Ricardo Esqueda encuentra la redonda
tras un rebote. Dentro del área chica, que en teoría es zona de
seguridad del arquero, el queretano remata de cabeza y empuja el 2-0.
Antonio Rodríguez se quedó atorado en la jugada. El joven
arquero del Guadalajara ya empieza a sembrar dudas.
Guadalajara tiene muy poca capacidad de reacción.
Es un equipo partido: tiene defensa y delantera; el medio campo no
existe. La constante son los pelotazos desde la retaguardia buscando a
Omar Bravo o Carlos Fierro, que se quedan clavados
como extremos, cuando deberían bajar para cumplir la función de
volantes que se les ha asignado. No tienen ese oficio. Y Chivas lo paga
caro.
Chivas es un equipo largo. Transita muy poco por
la mitad del campo. La falta de un 10 o volantes abiertos con el oficio
claro y experiencia en el puesto resulta más que evidente. Generar
peligro hacia el frente, por lo visto hasta ahora,
será un dolor de cabeza para el técnico José Luis Real.
En la segunda parte, el Rebaño Sagrado mantiene
su cuadro titular. Querétaro hace algunas modificaciones, pero con todo y
eso le da “toque” al cuadro local. Exhibe una y otra vez las carencias
tapatías. Al ’65, Rodolfo Vilchis entra al
área por el costado derecho y vence a “Toño” Rodríguez con un disparo
cruzado que lo deja sin oportunidad.
Estalla la furia entre los aficionados. Los
gritos van sobre todo hacia Omar Bravo y Antonio Rodríguez. Pobre futbol
es el que han visto. Pero se pone aún peor: la pelota pasa entre las
piernas de Néstor Vidrio y llega a Moisés Velasco,
que patea de buena forma y pone el 4-0 para los Gallos Blancos, al ’73.
Omar Bravo se nota desesperado sobre la cancha.
Corre con más ímpetu que orden. Al esquema táctico de José Luis Real le
queda mucho por pulir. El gol de Carlos Fierro, al ’81, únicamente sirve
para darle un matiz de dignidad al marcador.
Pero no cambia en nada la triste actuación del Guadalajara, que a menos
de dos semanas del arranque de torneo, ha sido exhibido por el
Querétaro.
hgm