Lamenta afición el gasto inútil

MOLESTIA. Aficionados foráneos pagaron además hotel y transporte. (Foto: ALEJANDRO AYALA XINHUA )
ariel.velazquez@eluniversal.com.mx
La desilusión de no ver el encuentro por el que esperaron varios meses es un costo que nadie puede reembolsar. Eso y el dinero gastado en la travesía, pues centenares de los aficionados que estuvieron el miércoles en la Arena de la Ciudad de México provenían de otras ciudades del país, e incluso del extranjero.
Aunque la empresa Zignia Live señaló desde el miércoles que el total del precio del boleto, sin incluir los cargos por servicio y envío se reintegraría, los gastos de transportación, hospedaje y alimentación que muchos fanáticos a la NBA se costearon tendrán que ser amortiguados por sus propios bolsillos, sumando otro desencanto a una noche que presumía sería una fiesta y culminó con decepción.
Julián Priatti junto con su hermano Carlos y dos amigos viajaron de Aguascalientes en vehículo para ver a uno de sus ídolos deportivos, su compatriota Manu Ginóbili, uno de los referentes de los Spurs de San Antonio y de quien más jerseys se veían en las inmedicaciones del recinto de la delegación Azcapotzalco.
“Llegamos anoche al DF. Somos argentinos que vivimos en Aguascalientes y no podíamos perdernos la oportunidad de ver a Ginóbili, que para nosotros es uno de los grandes deportistas del país”, comentó Julián.
Con boletos de 2 mil 500 pesos, el gasto de cada uno de los cuatro argentinos aumentó con la inversión hecha en gasolina, casetas, dos noches de hotel y la alimentación fuera y dentro de la Arena de la Ciudad de México.
“Se gasta bastante. Tener que pagar hotel y la comida, más lo que se gasta en el juego”.
El gasto de viajar por carretera de Aguascalientes a la capital mexicana es de mil pesos de casetas, más mil 200 de gasolina. Las dos noches de hotel que pagaron fueron de 2,500 pesos por un par de habitaciones dobles.
Como los Priatti, varios aficionados tuvieron que gastar esperando vivir una noche de ensueño. Horacio Llamas, el primer mexicano que jugó en la NBA, viajó desde Cancún vía aérea y en su cuenta de Twitter escribió parte de la situación que vivió.
“Cuando venía de Cancún a DF vi a unos jóvenes que ahorraron dinero trabajando para comprar boletos. Ellos se costearon el viaje y faltaron a la escuela en fecha de exámenes. Me siento muy triste por ellos y todos los que pasaron por algo parecido. Lamentable accidente que hace perdernos gran juego”, expuso Llamas, quien jugó con los Soles de Phoenix.
La desilusión y el bolsilo gastado fue lo que dejó un juego de la NBA que nunca se realizó.





