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Si algo le faltaba al Clásico Nacional, a celebrarse el próximo sábado en el Coloso de Santa Úrsula, era que el América arribara a este duelo con el boleto asegurado a la Liguilla y con todos los pronósticos a su favor, de cara al choque contra las descoloridas Chivas, a las que aventaja por 20 puntos. Del cielo al infierno, así llegan estas Águilas frente al Rebaño, luego de someter anoche 2-0 a Tijuana, pese a emplear a varios elementos de banca.

Rapidito, sin inconvenientes y al estilo “lavolpista”... o sea, caminando, así, el América consigue virtualmente la clasificación a la Liguilla por el título del Torneo Apertura 2013, tras superar a unos dóciles Xoloitzcuintles, en duelo pendiente de la segunda jornada celebrado anoche en el Estadio Azteca.

Con 28 puntos, el cuadro milloneta suma nueve victorias, las mismas que alcanzó en la temporada regular del certamen pasado, en el que se llevó el título de Liga. Además, su aspiración al récord de puntos en torneos cortos parece cada día más posible.

Sin encontrar oponente, debido a la conquista de un par de goles en la primera mitad, el cuadro amarillo ensaya lujos y maniobras ofensivas, a la vez que sus seguidores —que totalizan 21 mil— se divierten con porras y dedicatorias al Guadalajara, al que todos aguardan con morbo y consideran segura víctima, dadas las manifiestas diferencias entre los dos clubes más populares del certamen mexicano.

Aún sin sus mejores hombres, debido a que Raúl Jiménez y Miguel Layún se encuentran concentrados con la Selección Nacional —anoche todo el grupo estuvo en las tribunas del inmueble capitalino— y a que Miguel Herrera decidió descansar a algunos elementos, el América resulta mucha pieza para el frágil cuadro fronterizo.

El Piojo ocupa, en vez del Topo Valenzuela, al Puma Pimentel en la zaga central, para acompañar a Aquivaldo Mosquera y Maza Rodríguez; además, emplea a Aldrete como carrilero por izquierda y alínea al Riflecito Andrade como volante por ese mismo carril, mientras Osvaldito se adueña del sector derecho. Narciso Mina se apodera del ataque junto con Luis Gabriel Rey.

Al minuto 18, Paul Aguilar entra por sorpresa, en el cobro de un córner, y su bombazo es desviado por Pablo Aguilar, autogol que abre el camino para otro éxito azulcrema. Y en 6 minutos, Narciso Mina completa la obra al sacudir las redes mediante un latigazo.

Con la pizarra 2-0, la mesa queda puesta para una goleada. No sucede. Primero porque el árbitro Roberto García Orozco, sobre el minuto 45, no señala unas claras manos de Oliver Ortiz dentro del área. Y en el complemento, tras perdonarle al Riflecito una agresión contra Pellerano y mantenerlo en la cancha, Narciso Mina deja ir otro gol, al fallar un pase de Andrade a boca de gol y Tony López, en calidad de relevo, sacude el poste. Un tercer tanto que siempre se les negó.

Pese a todo, el América continúa su paseo por la Liga. Ya tiene boleto y espera el Clásico Nacional. El problema, para los amantes de los Clásicos, es que Chivas está en la lona, sin idea ni futbol. Mucho menos capacidad para desafiar al campeón.