futbol@eluniversal.com.mx

GUADALAJARA.— La pasión de este tipo de partidos de por sí es suficiente pólvora. Si se le agrega la chispa de una polémica arbitral, el resultado es una explosión. Los futbolistas del Atlas gritan descontrolados. El técnico Omar Asad se va encima del árbitro. Son sus jugadores quienes deben detenerlo. Pierde el control. El reclamo de nada le sirve.

El Clásico Tapatío termina 1-1. A los Zorros les sabe a derrota, pues en tiempo de compensación exigían se decretara un penalti tras ver a Matías Vuoso caer en el césped. Para Chivas es distinto. Un gol de Marco Fabián (84’), le ha salvado de la catástrofe. El duelo entre dos de los peores equipos del Apertura 2013 ha tenido emociones, pero también ha demostrado por qué ambos están al fondo de la tabla.

Atlas ha hecho bien su trabajo previo. Conoce las debilidades del Rebaño Sagrado, que son muchas. Una de ellas: su defensa. La zaga rojiblanca es superada con facilidad. Giovanni León conecta de cabeza. El joven rojinegro manda el esférico a las redes. Celebra con la euforia que genera el encuentro que divide a Guadalajara.

Pero el tanto es anulado. Un rojiblanco ha caído al césped. Aparentemente, nada digno de un silbatazo. Pero se marca una polémica falta.

Ahí no para el sufrimiento. El tercer aviso del Atlas es definitivo. Una calca del gol anulado: Amaury Ponce cobra el tiro de esquina y Facundo Erpen salta más que nadie. El cabezazo del argentino va pegado al poste (19’).

Chivas es el obligado. Disparos de Araujo y Fabián sirven de nada. Miguel Pinto es el héroe con sus atajadas.

En el arranque del complemento, Ortega corrige. Ingresa Márquez Lugo, el mejor goleador del equipo en los últimos tres torneos. Pero De Nigris destaca. Prende el balón de tijera que va al poste.

Guadalajara parece condenado a la derrota. Tarda demasiado para entender que debe hacer cosas diferentes y al final lo comprende.

Un chispazo distinto. Marco Fabián toca para Rafael Márquez Lugo y el 7 le devuelve con suavidad al 10. Pared precisa. Zurdazo y gol de Chivas. Se empata el Clásico Tapatío.

El último suspiro del encuentro presenta una polémica. Matías Vuoso recibe dentro del área. Hay contacto con Reynoso, pero el silbante asegura que no hay falta. Instantes después, silba el final. Vienen los reclamos. De nada sirve.

El duelo ha terminado. Los Zorros siguen sin ganar y Guadalajara no ha triunfado desde la llegada de Juan Carlos Ortega. Digno de dos equipos mediocres.